Revolución total en Honda
Cinco años de frustraciones han llevado a Honda a tomar una decisión drástica: europeizar su estructura y fichar talento externo. Su objetivo es claro: volver a ganar

Honda no da más de sí en MotoGP. La que fue una referencia histórica en la categoría reina arrastra ya un lustro de derrotas, frustraciones y experimentos fallidos. Desde 2020, la firma japonesa vive sumida en su mayor crisis deportiva, y ni siquiera tener en sus filas a Marc Márquez durante buena parte de ese ciclo sirvió para revertir la situación. Las victorias se han contado con los dedos de una mano y, peor aún, la evolución de la moto ha sido nula.
Por más piezas nuevas que llegaban, por más cambios en la mentalidad técnica o visitas a Europa de los dirigentes nipones, todo seguía igual. Nada funcionaba en una estructura rígida y anclada a un modelo que hoy ya no compite con las mejores. Ducati se ha escapado. KTM ha dado un paso adelante. Incluso Aprilia planta cara. Y Honda, en cambio, sigue sin rumbo.
Ante este panorama, desde Tokio ya han dicho basta. En declaraciones recientes a Crash.net, el team manager Alberto Puig lo dejó claro: “No estamos donde queremos estar, pero eso no significa que nos detengamos”. Y no se han detenido. Al contrario: se preparan para una ofensiva total, centrada esta vez en una apuesta clara por el talento europeo.

Fichajes, técnicos y un cambio cultural
El primer paso ya se dio en 2024 con la incorporación de Romano Albesiano como jefe técnico, tras su etapa en Aprilia. También se ha reforzado el equipo de pruebas, con pilotos más veteranos como Takaaki Nakagami y Aleix Espargaró. Pero eso es solo el principio. Puig ha reconocido que “estamos planeando incorporar a más personas”, y los rumores apuntan a que Kurt Trieb, actual jefe de motores de KTM, ya habría cerrado su llegada inmediata.
Trieb ha sido una pieza clave en el desarrollo de los propulsores austríacos, y su fichaje supondría un golpe importante en el paddock. Honda quiere cambiar desde dentro, empezando por la base. Por eso, no solo buscan ingenieros: quieren crear un nuevo centro de desarrollo en Europa, que funcione en paralelo a la sede de Japón. Una forma de acortar los procesos y eliminar esa lentitud estructural que tantos problemas ha generado en los últimos años.
La marca del ‘ala dorada’ está convencida de que esta remodelación puede marcar un antes y un después. Ya no se conforman con mirar el mercado de pilotos, conscientes de que ningún campeón salvará una moto que no responde. El trabajo está en la fábrica, en los datos, en el día a día. Y en eso, Ducati lleva años de ventaja.
El resurgir, más cerca
La victoria de Johann Zarco en Le Mans fue un chute de moral, aunque llegó en condiciones de lluvia. También subió al podio en Silverstone, pero no hay que engañarse: en ritmo puro, Honda sigue lejos. Muy lejos. Aún así, hay quien cree que el cambio ya ha empezado. Y en HRC se aferran a esa idea: “Honda, cuando se fija un objetivo, suele alcanzarlo”, sentencia Puig.
Puede que esta vez sea diferente. Puede que Honda ya no quiera ser Honda.