El secreto por el que confía Márquez en Motegi: “Algo grande está en camino”

El ilerdense deja Misano atrás y apunta al GP de Japón, donde ha ganado más títulos de MotoGP que en cualquier otro circuito

El secreto por el que confía Márquez en Motegi: “Algo grande está en camino”
Marc Márquez puede sellar su octavo título de MotoGP en Motegi - Cordon Press

Marc Márquez encara la recta final de la temporada de MotoGP con la vista puesta en Motegi, un circuito que se ha convertido en su santuario particular. Tras el GP de Misano, el piloto de Cervera busca cerrar el año con la misma contundencia que le ha caracterizado durante toda su carrera. Allí, rodeado de aficionados que le respetan y admiran, Márquez confía en que "algo grande está por llegar".

Motegi, su pista favorita para triunfar

El circuito Marco Simoncelli de Misano siempre fue territorio hostil para Márquez. Los seguidores de Valentino Rossi, con los que compartió gran parte de su trayectoria, no han olvidado ciertos episodios del pasado, y la presencia del español generaba tensiones. Aun así, el 93 logró imponerse y celebrar un podio que silenció a la mayoría, demostrando que sigue siendo uno de los grandes dominadores de la clase reina. Esa victoria, aunque amargamente celebrada en un ambiente complicado, sirvió para reafirmar su mentalidad ganadora y su capacidad de superar cualquier presión externa.

Ahora, el foco se traslada a Japón, donde Márquez ha sellado la mayoría de sus títulos en MotoGP. Motegi ha sido testigo de tres de sus campeonatos en la categoría reina y se ha consolidado como su circuito favorito para triunfar.

La estrategia y la mentalidad del 93

El propio Márquez reconoce la importancia de la cita japonesa. “Intentaré seguir igual, pero es difícil. Tu cuerpo sabe que algo grande está en camino”, declaró tras Misano. La clave, según él, será mantener la concentración, gestionar la presión y aprovechar cada curva y oportunidad que se presente en Motegi.

Históricamente, Motegi ha sido sinónimo de victorias y grandes celebraciones para Márquez. En 2014, tras una serie de diez triunfos consecutivos, el piloto logró imponerse pese a la presión de sus jefes en Honda. En 2016, aprovechó la oportunidad cuando Lorenzo y Rossi no puntuaron para firmar otra victoria decisiva. Y en 2018, superó con autoridad a Crutchlow y Rins, reafirmando su dominio en la pista japonesa. Estos hitos han convertido Motegi en un escenario casi legendario para el de Cervera, un lugar donde su rendimiento ha sido históricamente brillante y donde se siente más respaldado por la afición y su marca.

Con la temporada entrando en su fase decisiva, Motegi se perfila como el escenario perfecto para que Márquez consolide su octavo título de MotoGP y celebre su legado en un ambiente más cálido y respetuoso que en Misano. La cita nipona promete ser, una vez más, un punto de inflexión en la carrera de uno de los pilotos más laureados de la historia de la categoría, y podría convertirse en otra demostración de su dominio absoluto en la pista y de su capacidad de mantener la calma bajo presión.