Ogier se acerca a la historia del WRC

El rally de Arabia Saudí está decidiendo el título del WRC en 2025 y mientras en la prueba es Adrian Fourmaux quien domina con puño de hierro, es Sebastien Ogier quien ha puesto la directa a su 9ª corona mundialista

Ogier se acerca a la historia del WRC
El Rally de Arabia del WRC - WRC

La historia de los rallies se escribe esta semana en Arabia Saudí. Hasta allí se ha desplazado el mundial para su última prueba, esa en la que se puede coronar campeón Sebastién Ogier, lo que le convertiría en el más laureado de la historia del WRC, superando a su compatriota Sebastien Loeb. Por lo pronto ya ha superado a Elfyn Evans, quien llegaba como líder a esta prueba final del curso, aunque aún tiene opciones, al igual que Kalle Rovanperä. No obstante, quien manda en la prueba es Adrien Fourmaux, convertido en juez de la general mientras pugna por la victoria parcial.

El francés se consolidó en el liderato de esta decimocuarta y última prueba del Mundial, este viernes en la tercera jornada, en la que sufrieron un pinchazo los aspirantes al título, Elfyn Evans y Kalle Rovanperä, acercando el Mundial a Ogier. Fourmaux, que también pinchó, registró un tiempo total de 2:46:01.0, y aventaja en 2,6 segundos sobre el letón Martin Sesks, que acortó su distancia con el líder y es segundo, y en 4,5 segundos al finés Sami Pajari, tercero.

El estonio Ott Tänak, que lideraba después de las primeras especiales, es ahora cuarto en la general a 9,2 segundos, lideró tres de las especiales, desde la décima a la duodécima, con Fourmaux como el más rápido en la novena y Sesks en la decimotercera. Aunque aún está todo más que abierto de cara al sábado, en el que todo se va a decidir.

El mundial, en un puño

En la lucha por el Mundial, Ogier, séptimo en la general del rally saudí, parece posicionarse como el candidato más firme a falta de la última jornada este sábado, que decidirá quién es el nuevo campeón, en un día en el que sufrió un pinchazo en su rueda delantera derecha poco antes de llegar a meta.

El actual líder del campeonato, Evans, tuvo que parar su marcha después de 3 kilómetros de la superespecial 11 para reparar un pinchazo en su rueda trasera izquierda, perdiendo más de dos minutos, lo que provocó que cayese al puesto diez de la clasificación. Mientras que el tercero en discordia en la lucha por el título, Rovanperä, también sufrió un pinchazo en la misma prueba, pero consiguió mejorar los tiempos de Ogier en la etapa para alcanzar el octavo lugar en la general, dejando todo abierto para la prueba definitoria de este sábado.