Estadística y futbolísticamente hablando
, no visitará esta noche el Sevilla al mejor Barcelona de los últimos tiempos, lo cual no es óbice para temer y respetar a un equipo hecho para dominar todos los torneos en los que participa. El conjunto azulgrana sólo ha ganado uno de sus últimos cinco encuentros oficiales (2-4 al Tottenham en Champions), al tiempo que acumula tres empates y una derrota en Liga, guarismos que han desatado los rumores sobre el futuro de Ernesto Valverde, a quien
ya muchos prefieren no renovar.
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Sea como fuere, el conjunto culé mantiene argumentos de sobra para aplastar a cualquier rival español o europeo, pues ha perdido a Iniesta (palabras mayores), pero ha potenciado varias demarcaciones especialmente necesitadas, como el eje de la zaga (
con Lenglet) y el de la medular (
Arthur, Vidal), sin desaprovechar oportunidades de mercado como la de Malcom. Con todo, el Barça está echando en falta a Umtiti, su central más entonado, y a Luis Suárez, lejos de su mejor estado de forma, si bien cuenta con una carta que cualquiera quisiera tener bajo la manga: Leo Messi, el mejor del orbe.
Valverde parece haber aparcado su 1-4-4-2 para dar rienda suelta al 1-4-3-3, gracias a la tranquilidad de contar con Arthur e, incluso, Vidal para equilibrar por dentro, con Coutinho alternando la parcela ancha con el frente de ataque. Un ‘león’ dormido, en suma.