Estadio Deportivo2 min lecturaEl club de baloncesto Monbus Obradoiro intentará mañana, domingo, ahondar en la herida del Herbalife Gran Canaria, que viene de caer eliminado en la Eurocopa tras ser apabullado en su pista por el Lokomotiv Kuban (59-80), con un triunfo que le permita seguir soñando con clasificarse para disputar las eliminatorias por el título.
Hasta última hora, el técnico gallego, Moncho Fernández, no sabrá si el alero norteamericano Matt Thomas, con una fisura en el dedo meñique de la mano derecha, podrá reaparecer en el Gran Canaria Arena. No es la única duda en el Obradoiro, que también está pendiente del estado físico de Laksa, Artem Pustovyi y Radovic.
Este duelo ante los de Luis Casimiro será un exigente examen para el Obradoiro. Su entrenador también desconfía del estado anímico de los insulares. No quiere que suceda lo del curso pasado, cuando su equipo pagó los platos rotos de un Gran Canaria que también venía de caer en competición europea.
"El año pasado también se decía que iban a estar deprimidos y al final sólo perdimos de 40", ironizó Moncho Fernández, quien apostilló: "En el primer minuto perdíamos de ocho puntos, en el diez de dieciocho y al final terminamos perdiendo casi de 40 en un partido horrible, uno de nuestros peores partidos".
El técnico santiagués destacó la importancia de "cuidar" el balón porque se van a enfrentar al equipo que "más puntos por posesión hacen tras pérdida del rival", además de contar con jugadores físicos y de mucha calidad en las rotaciones que le permiten dar mucho ritmo a su juego.