Relegado a la suplencia por Ronald Koeman, que apenas le ha concedido 529 minutos en la ya media temporada disputada, Junior Firpo tenía en esta ventana de transferencias la oportunidad de dar un salto en su carrera, estancada desde que decidiera cambiar de aires hace dos veranos. El Barcelona desembolsó 18 millones de euros y otros 12 en objetivos por el 80% del pase de este emergente carrilero zurdo, aunque, en sus últimas cuentas, quedó demostrado que el Betis no ha ingresado aún la mitad del fijo prometido (9 kilos). En Heliópolis, conscientes de que tarde o temprano la entidad catalana se pondrá al día, confiaron en reclutar como cedido al hispano-dominicano antes de que arrancara la 20/21, aunque su alto caché y la intención culé de hacer caja les hicieron decantarse por su compañero Miranda.
Pero el zaguero criado en la Costa del Sol no salió en octubre pasado ni lo hará ahora, pese a que su presencia como azulgrana queda supeditada a una lesión de Jordi Alba y a la Copa del Rey, aunque, incluso entonces, el míster holandés prefiere poner muchas veces a Sergiño Dest a pierna cambiada. Como ya se contó en ESTADIO, motivos personales de peso llevaron a Junior a no emigrar, aunque Atalanta, Inter de Milán y, más recientemente, Milan y Nápoles se interesaron vivamente por su fichaje.
En concreto, el nacimiento prematuro de su pequeño Jasson acaparó toda la atención de la familia Firpo Torralbo, aunque, gracias a Dios, el segundo hijo del lateral está ya sano y feliz desde mediados de diciembre en casa junto a su padre, su madre (Julia) y su hermanita (Jannet). Con todo, entienden que la estabilidad es en estos momentos prioritaria, por encima del futuro profesional de un canterano verdiblanco, en este sentido, tranquilo en la Ciudad Condal, donde, por otra parte, no ha abandonado su sueño de triunfar, aunque le está costando más de lo esperado.
El caso es que el Betis había aplazado cualquier esperanza de ingresar un dinero extra por Junior hasta el verano de 2021, si bien confía en que el 20% que todavía posee del zurdo acabe reportando pingües beneficios. Y, según ha podido saber ED, la firme convicción del internacional sub 21 de quedarse en Barcelona ha frustrado una reacción en cadena que habría traído un sustituto de campanillas para luchar por Jordi Alba con la titularidad. Así, la cesión con opción de compra y mejora salarial que le proponían Milan y Nápoles, a través de unos intermediarios solventes, se vería complementada con el desembarco en el Camp Nou de Marcos Alonso, sin continuidad en el Chelsea. Una operación a varias bandas que no será ya posible ante la necesidad de liberar fichas y masa salarial, con la que estaban de acuerdo, además, los candidatos a la presidencia del club azulgrana, a través de la junta gestora.
Óscar Murillo4 min lectura