Los cedidos por el Granada se elevan a siete tras el mercado

Los cedidos por el Granada se elevan a siete tras el mercado
Luis Abram, durante la firma de su contrato con Cruz Azul. - Chema Ruiz España
Chema Ruiz EspañaChema Ruiz España5 min lectura
El Granada elevó el número de jugadores cedidos a otros equipos a siete después del cierre del mercado invernal de fichajes. Luis Abram, Adrián Butzke y Monchu se unieron a los cuatro futbolistas que ya jugaban a préstamo lejos de Los Cármenes, grupo en el que también hubo novedades con el cambio de destino de Alpha Dionkou. Del total de futbolistas en nómina rojiblanca en otros lares, cuatro tienen la opción de quedarse definitivamente en el club en el que militan actualmente, previo pago de una cantidad fijada en la gestión. Todos, en cualquier caso, tienen contrato con la entidad nazarí por delante.

El primero de ellos, que fue también el primero en marcharse en este mercado invernal, aterrizó en México para unirse a Cruz Azul. Incorporado el pasado verano por la entidad nazarí, con la que firmó hasta 2024, se vio superado por el impacto de Torrente en Primera división. Sin minutos con Robert Moreno, decidió hacer las maletas y volver a cruzar el charco para unirse al cuadro mexicano, que dispone de la posibilidad de hacerse con su pase definitivo.

Del mismo privilegio disfruta el Valladolid sobre Monchu. Fue la última operación del mercado, anunciada dos horas después de su cierre. El mediocentro, que no se llegó a vestir de corto desde el inicio del año, quería jugar y el cuadro pucelano, con Fran Sánchez en la dirección deportiva, le ofreció acomodo. El club blanquivioleta tiene esperanzas puestas en el balear, por lo que la opción de compra incluida en la operación se contempla ejecutable, en función también del rendimiento del jugador en lo que resta de curso. Con el Granada tiene contrato hasta 2024 también.

Hasta 2026 se extiende la vinculación de Adrián Butzke, prolongada justo antes de que se cerrara su marcha al Paços Ferreira portugués. Aún en formación, el delantero de Monachil hizo las maletas tras debutar en Primera división para vivir su primera experiencia con ficha profesional en el conjunto luso. Su préstamo no da opción a que la marcha sea definitiva, por lo que está previsto de que al final de la temporada regrese a Granada y pelee por un hueco en la plantilla rojiblanca.

Desde el principio de curso permanecen a préstamo Antoñín, Adrián Marín, Ricard Sánchez y Alpha Dionkou. El primero de ellos, cedido en el Málaga, rondó la puerta de salida durante las últimas semanas, tras haber perdido protagonismo de forma progresiva. Sin embargo, el cambio de año, que también estuvo acompañado de una sustitución en el banquillo blanquiazul, cambió su tesitura. En la última jornada, volvió a jugar, después de quedarse fuera en las dos fechas anteriores. Acumula 20 partidos entre Liga y Copa, diez como titular, un gol y una asistencia. Con el Granada, el malagueño tiene contrato aún hasta 2024 y su préstamo no contempla una opción de compra, por lo que, en principio, debe regresar el próximo verano.

Un año antes, en 2023, finaliza la vinculación de Adrián Marín con el club rojiblanco. El lateral zurdo, cedido en el Famalicao, ha recuperado la titularidad tras unos encuentros en los que fue suplente. Viene siendo muy importante durante toda la campaña en el campeonato luso. A diferencia del caso del atacante malagueño, el Granada sí incluyó en su acuerdo de cesión una opción de compra, por lo que el conjunto portugués podría hacerse con sus servicios al final del presente curso.

Ricard Sánchez sigue sumando titularidades y buenas actuaciones con el Lugo, en el que se encuentra asentado. Sin opción de compra en su préstamo y considerado como un futurible jugador de la primera plantilla del Granada, tendrá que volver a la ciudad de la Alhambra, por la que solamente pasó para firmar su contrato hasta 2025. La misma duración tiene la vinculación de Alpha Dionkou, que se marchó en verano sin opción de traspaso definitivo al San Fernando, pero que ha cambiado de club. Tras no convencer en el cuadro gaditano, rompió su préstamo para recalar en el Barça B, en un movimiento en el que sí se incluyó una posibilidad para cerrar su fichaje definitivo por el club culé.
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