La historia de Iago Aspas con el Granada: 'O resentido' detestado por Los Cármenes y el patadón a en el ojo a Roberto

El ariete vigués no guarda en sus mejores recuerdos ni al club ni a la afición rojiblanca

La historia de Iago Aspas con el Granada: 'O resentido' detestado por Los Cármenes y el patadón a en el ojo a Roberto
En la primera image, Iago Aspas anima a levantarse a Robert tras su patadón; en la segunda, algunos seguidores rojiblancos con carteles pidiendo su cabeza. - Paco García Álvarez
Paco GarcíaPaco García 4 min lectura
Corría la temporada 2010/11 cuando el Granada regresó a Segunda procedente de Segunda B. Conforme iba transcurriendo dicha campaña, los nazaríes, con ‘Fabri’ González a la cabeza, consiguieron la sexta plaza, que daba acceso a los ‘playoffs’ de acenso a Primera división.

El ambiente en la ciudad aquellos calurosos días de junio era impresionante. No era para menos, pues el Granada se jugaba volver a la máxima categoría 35 años después. El destino quiso que su camino se topara con el del Celta de Vigo, un equipo muy experimentado por aquel entonces.

Iago Aspas, uno de los jugadores presentes en esa vibrante eliminatoria, vuelve mañana a Los Cármenes. En ese mismo escenario en 2011 la relación con ese futbolista y la afición del Granada sería una de las más calientes que se recuerdan en el graderío nazarí.

El conjunto vigués consiguió la victoria por la mínima en la ida en Balaídos con tanto de Michu. Además, la polémica estaba servida, ya que Aspas asestó un patadón en el ojo al cancerbero granadinista Roberto Fernández, voluntario o no, aunque las imágenes dan a entender que no fue algo sin querer.

Al final del partido, el propio Roberto confesó que pensaba que “me había roto la mandíbula”, pero no fue así. El ojo izquiedo del gato rosa, como le apodaban por entonces, quedó muy dañado y este era seria duda para el partido de vuelta en Los Cármenes.

Según los medios vigueses “la imagen del portero gallego fue utilizada por la directiva del conjunto andaluz para calentar el partido”. Esto no fue así, ya que hay que recordar que quien golpeó el pómulo de Roberto no fue otro que Iago Aspas y totalmente intencionado.

La afición centró su ira en el atacante vigués, a quien recibieron en Granada con carteles en los que se ofrecía una recompensa por su cabeza. Ya en la entrada al estadio, esperaba al Celta una marea de aficionados rojiblancos a la que los futbolistas celestes respondieron con peinetas -incluido Aspas- a sus insultos.

En aquel encuentro, Orellana anotó el primer tanto rojiblanco y el Granada llegó a errar dos penaltis por medio de Dani Benítez. El partido fue directo a la tanda de penaltis, donde los nazaríes fallaron primero con Carlos Calvo como protagonista.

Cuando llegó el turno de Aspas, que no falló, este mandó a callar a la grada en un gesto reprendido por la afición. El colegiado le expulsó y se marchó del verde con gritos de “¡tonto, tonto!”.

Al final, el protagonista de la ida, Michu, tuvo en sus botas el pase del Celta, pero erró su lanzamiento. Roberto, en el mejor de los guiones escritos por el ‘karma’, anotó el suyo y detuvo a Catalá el siguiente para clasificar a su equipo a una final que ya todos saben cómo acabó.

Desde entonces, la afición celtista siempre entona el “puta Granada” cuando los rojiblancos disputan un duelo en Balaídos ante la mirada a otro lado de LaLiga. Por su parte, ‘O resentido’ Iago Aspas -como le bautizó el periodista de Granada Hoy Juanjo Medina- siempre afronta estos partidos de manera diferente, con un extra de motivación. En el encuentro de este domingo, Los Cármenes será una caldera y seguramente el recibimiento a este futbolista.
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