Se encienden las alarmas en la Real Sociedad, que teme que
Mikel Merino pueda haber dicho adiós a la temporada si se confirma que la fractura que sufrió hace unas semanas en la
vértebra L4, que a punto estuvo de dejarle sin jugar la final de Copa del Rey, necesita para su sanación un periodo mínimo de baja
entre seis semanas y tres meses. El centrocampista navarro, uno de los líderes del conjunto donostiarra, es una baja considerable para recibir al
Sevilla FC y encarar la
igualada lucha europea con el Betis y el Villarreal en las ocho jornadas que restan para el final de LaLiga.
La noticia la ha desvelado este miércoles Miguel González, periodista de
Diario Vasco. Según la información,
Merino trabaja a tope para poder ayudar algo a sus compañeros en la
pelea por Europa de las ocho jornadas, pero lo tiene
más que complicado. Se trata de
una lesión que no impide jugar ni entrenar, pero la decisión se debe tomar: arriesgar con el dolor y evitar la curación de la fractura de estrés en el pedículo derecho de la vértebra L4, o
parar y recuperarse como es debido. Diario Vasco lo tiene claro, la temporada se ha terminado.
De momento, desde los servicios médicos de la Real no han aportado información concreta sobre el estado de Mikel Merino, que en cualquier caso
no estará a disposición de Imanol Alguacil para el choque del domingo ante el Sevilla FC. El técnico 'txuri-urdin' lamenta hasta ocho ausencias por motivos físicos: además de Merino, tampoco puede contar con otra de sus estrellas,
David Silva, con problemas en un aductor, la misma
dolencia que tiene en el dique seco a
Ahien Muñoz, Jon Guridi y Martín Merquelanz.
En el parte de bajas también figuran el capitán
Asier Illarramendi, lesionado en el gemelo; además de los dos operados, Miguel Ángel
Moyá y Lucas Sangalli, que siguen avanzando en las recuperaciones de sus respectivas rodillas. Además, Joseba
Zaldúa ha sido baja en los últimos choques por una rotura fibrilar en el bíceps femoral y su concurso ante el Sevilla FC tampoco está asegurado.
Zubieta, la mejor baza contra Betis y Villarreal
El debut como titular de
Urko González de Zárate (20 años) el pasado domingo en Mestalla da continuidad a la inagotable cantera de
Zubieta, reactivada con la presencia de Imanol Alguacil en el primer equipo de la Real, al que han ascendido ya
en dos temporadas siete jugadores, varios de ellos consolidados como titulares.
Las bajas que afectan al conjunto donostiarra han incentivado que Alguacil vuelva a recurrir al equipo filial, en el que tiene
plena confianza y del que es un excelente conocedor.
Un grupo que pelea por ascender a Segunda división y al que entrenó en su etapa previa a llegar a la primera plantilla de la Real Sociedad en diciembre de 2018.
Alguacil ha dado la alternativa a varios jugadores que se han ido consolidando en un
once extremadamente joven, como
Ander Guevara, autor del primer gol ante el Valencia, o el francés
Robin Le Normand, central titular indiscutible de una de las defensas más seguras de la Primera división.
El técnico 'txuri-urdin' también ha sido el valedor de otros jugadores importantes como el ahora lesionado
Aihen Muñoz, que comparte puesto y minutos con Nacho Monreal, y asimismo producto del técnico oriotarra es
Martín Zubimendi, ya internacional sub-21 y
uno de los mejores mediocentros jóvenes de LaLiga española.
Roberto López, autor del gol en el derbi ante el Athletic de Bilbao del pasado miércoles, es otro futbolista de Zubieta al que Alguacil echó el lazo para el primer equipo y también está en su haber el ascenso de
Ander Barrenetxea, que debutó en el último partido de Asier Garitano como técnico realista y al que Imanol integró definitivamente con los "mayores".
Barrenetxea es uno de los
jóvenes valores del que
espera mucho el club donostiarra y también su entrenador, que no ha dudado en colocarlo incluso como lateral o mediocampista en los últimos encuentros para aprovechar la
proyección ofensiva del joven atacante donostiarra.
El último que llama a la puerta, y que ya ha debutado con el primer equipo con Alguacil, es
Álex Sola, al que una lesión frenó su progresión y ahora ayuda al filial en su lucha, cada día más encarrilada, de militar la próxima temporada en la división de plata del fútbol nacional.