El gran problema que tiene el Almería con los jugadores que regresan tras cesión

Un nuevo capítulo del mercado de fichajes se abre para la dirección deportiva indálica, que tiene que afrontar el regreso de jugadores con los que no cuenta

El gran problema que tiene el Almería con los jugadores que regresan tras cesión
Los cedidos por el Almería no han tenido su mejor temporada - Mario Gómez
Mario GómezMario Gómez 6 min lectura
La UD Almería de la próxima temporada 22/23 en LaLiga Santander empieza a perfilarse en los despachos de la dirección deportiva encabezada por Joao Gonçalves. El primer año del ambicioso proyecto del club dirigido por Turki Al-Sheikh en Primera División promete augurar muchas sorpresas para el resto de equipos, si bien ha quedado bastante claro que la permanencia es el primer y único objetivo para la próxima temporada.

Uno de los primeros errores que tuvo al principio la aventura del jeque saudí fue la excesiva volatilidad del proyecto, tanto en el banquillo como en la plantilla del primer equipo. Los grandes cambios de una temporada a otra terminaban por desestabilizar un bloque que se empezaba a consolidar al final de cada campaña.

Eso terminó de suceder tras la llegada de Rubique ha vuelto a insistir en la importancia de mantener un bloque definido: "Confiamos bastante en que hay un bloque consolidado importante, que muchos no tienen la experiencia de Primera, pero que si has demostrado ser uno de los mejores de Segunda ya te acerca al nivel. Con unos retoques creo que entraremos con buen pie en la categoría".

El gran problema que afronta ahora el Almería es aligerar la plantilla de nombres que no interesan para el club indálico y que no darían rendimiento óptimo para Primera División. Además de los jugadores que cumplen contrato al final de esta temporada, el conjunto rojiblanco tiene que hacer frente a los futbolistas que regresan de sus respectivas cesiones, que en su mayoría no cuentan para el Almería.

Los jugadores que regresan de cesión están más fuera que dentro del Almería


Como ya contamos en ESTADIO Deportivo, las cesiones no estaban yendo demasiado bien para los futbolistas rojiblancos. El ejemplo más paradigmático es el de Cristian Olivera: el uruguayo recaló en Peñarol como cedido la pasada temporada y ha terminado fuera de la disciplina del carbonero y entrenando con un equipo de Segunda uruguaya. Por supuesto, no entra en los planes de la dirección deportiva.

Otro con un caso similar es Jonathan Silva. El lateral izquierdo brasileño regresaba también a su país, precisamente al equipo del que llegó al Almería: Botafogo. En la Segunda brasileña, tampoco ha tenido mucho protagonismo y su entrenador le apartó de la disciplina del primer equipo para mandarlo al filial. También tuvo un episodio extradeportivo muy desafortunado en su cesión previa en Las Palmas, donde tampoco gozó de protagonismo.

Jordi Escobar es otro de los grandes fracasos que figuran en la lista del Almería de Turki. El delantero firmó como oportunidad de mercado proveniente del Valencia, pero sus minutos fueron minúsculos en el primer equipo. Después de media temporada en el filial, se marchó cedido al Barça B con una opción de compra de 4 millones de euros que, a tenor del pobre rendimiento con los culés, no se ejecutará.

Dragan Rosic es otro de los cedidos que llegó en el primer mercado veraniego de la era Turki. Aunque en Almería no lo ha demostrado, dejó buen recuerdo en su paso en el Celta B, pero sus últimas cesiones en el Fuenlabrada y en el Albacete no han sido fructíferas. El meta serbio perdió la titularidad a principios de temporada y ya no ha vuelto a jugar más en el Carlos Belmonte.

Con ficha del filial se marcharon cedidos Dani Albiar y Juanma Gutiérrez. En el primer caso, ha estado cedido en dos equipos a lo largo de la temporada: el primero, en el Alcoyano en 1ª RFEF donde no tuvo minutos; el segundo, en el filial del Cartagena, donde ha gozado de más protagonismo e incluso marcó el gol del ascenso a 2ª RFEF. El uruguayo se marcharía cedido a Nacional, a su país natal. Siguiendo los mismos pasos que Silva, se vio relegado al equipo reserva.

El último de los cedidos es Nikola Maras. El central serbio se marchó de forma sorpresiva al Rayo Vallecano en forma de cedido a finales del mercado de fichajes pasado, cuando el Almería tuvo que reponerse rápidamente firmando a Babic. Maras no tuvo demasiado protagonismo hasta el mes de abril, cuando la lesión de Saveljich le abrió las puertas de la titularidad, causando una muy buena impresión. La pelota ahora está en el tejado del Rayo, que debe decidir si ejecutar la opción de compra o no.

Por tanto, la solución que deberá tomar el Almería con todos estos jugadores no es ni mucho menos sencilla. Se les tratará de buscar un nuevo acomodo a unos para intentar rescatar la proyección de futbolista por la que se les firmó o, simplemente, se terminará rescindiendo el contrato con la entidad indálica, con el gasto que puede suponer de cara al límite salarial.
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