Estados Unidos tira de Tom Brady para remontar a Europa en la Ryder Cup
El equipo estadounidense necesita un verdadero milagro para evitar que los europeos conquisten la Ryder Cup en su casa

A grandes problemas, grandes soluciones. Algo así ha debido pensar el capitán de Estados Unidos en la Ryder Cup, un Keegan Bradley que con claro marcador en contra de 11.5-4.5 ante Europa se lanza casi a lo divino tirando de Tom Brady, a quien quiere que sus jugadores tengan como referencia de cara a podar hacer realidad un remontada que en caso de darse no sería menos que histórica.
La referencia a la leyenda de la NFL no es casual. Fue en la Super Bowl de 2017 cuando el 'quarterback' obró el milagro con los New England Patriots al levantar un resultado de 3-28 en contra. Ahora, tras la debacle de dos días sufrida por los norteamericanos, Bradley entiende que necesitan ese espíritu para no bajar los brazos pese a que sus rivales están a tan solo 2.5 puntos del título.
"28-3. Estuve en esa Super Bowl. Lo vi. Vaya cosa más bonita haberlo vivido en persona", dijo Keegan Bradley sin dudar en la rueda de prensa organizada al acabar los partidos del sábado, al ser preguntado sobre cuál era su mensaje para sus jugadores.
Bradley se refirió al Súper Bowl de 2017 en Houston, cuando los Patriots de Brady perdían 3-28 y fueron capaces de triunfar 34-28, en la que fue la mayor remontada en la historia de la gran final de la liga profesional de fútbol americano.
Aunque es normal que los estadounidenses evoquen todo lo que puedan para obrar el milagro, la realidad es que Europa ganó seis de los ocho partidos disputados el sábado y ya acaricia su segunda Copa Ryder consecutiva. En todo caso, Bradley elogia la pelea que dieron los suyos.
"Lucharon todo el día, es lo que hicieron. Lucharon hasta el final. Estoy orgulloso por la manera en lo que lo hicieron. Europa jugó un golf fenomenal, pero los chicos lucharon. Fue un día duro, pero lucharon", comenta.
Un resultado sorpresa también para Europa
La realidad es que se esperaba mucha más igualdad bajo el cielo neoyorquino, algo que reconoce el el capitán europeo, Luke Donald, quien subraya que nunca llegó a pensar que llegarían al domingo con tal dominio en el marcador.
"No me lo imaginaba. El trabajo no ha terminado, pero estar en Nueva York con tanto apoyo para nuestro equipo es increíble. La resiliencia y la confianza que tienen estos chicos en sus compañeros es realmente increíble", explica.