Rory McIlroy alza la voz y se calienta
El golfista norirlandés, que se inspira en Severiano Balleteros en la Ryder Cup, se emociona al pensar en lo que se juega y asegura tener claro cómo afrontar los insultos y el ambiente hostil que les espera a los europeos

Rory McIlroy es uno de los jugadores del equipo europeo elegidos por Luke Donald para arrancar la defensa de la Ryder Cup 2025 esta tarde en Nueva York. El jugador norirlandés no sólo es ya un veterano, sino que es el cabeza visible de un equipo europeo que repite once de los doce hombes que ganaron en Roma hace dos años y que sólo ha cambiado un hermano por otro.
Como jugador europeo con mejor ránking y el más premiado en los tres últimos lustros, McIlroy va a llevar el peso en un ambiente hostil, del que no ha duddado en hablar. Aunque para el británico eso es lo de menos y lo más importante es un torneo que está por encima de todos los que se juegan a lo largo del año.
"Yo veía la Ryder Cup cuando era niño. Lloré cuando Estados Unidos ganó en Brookline", reconocía el golfista norirlandés sobre la victoria americana en 1999 y lo que significa ganar una Ryder Cup. "Jugamos por la historia, por los jugadores que nos precedieron y sentaron las bases de lo que es el equipo europeo de la Ryder. Pero también por los chicos que van a venir detrás de nosotros, por los jóvenes que sueñan con convertirse en jugadores del equipo europeo de la Ryder Cup. Queremos dejarles un legado", afirma.

"Ganar otra Ryder Cup fuera de casa, considerando lo difícil que ha sido en los últimos doce años, sin duda sería uno de los mayores logros de mi carrera", sentencia un Rody McIlroy que deja claro lo que es la Ryder Cup recordando unas palabras de Severiano Ballesteros poco antes de su muerte. Ocurrió en el año de su debut, en 2010. "Llegué a la sala del equipo en Celtic Manor y vi cuánto significaba para todo el mundo. Sobre todo para los europeos. Recuerdo que Seve estaba enfermo y nos hablaba por videoconferencia. Era la noche del miércoles o del jueves. Miré alrededor y la mayoría del equipo estaba llorando mientras Seve nos hablaba. Y entonces pensé: 'Es esto. Esto es la representación física de lo que es el equipo europeo de Ryder Cup'. Ese momento, esa conferencia con Seve en 2010, fue el momento para mí", señaló sobre lo que representa esta competición para los jugadores y, en especial, para los europeos.
Ganar es una cuestión de orgullo, pero eso también hace que el público sea parcial y que se vean situaciones tan complicadas como la vivida hace cuatro años, cuando hasta la esposa de un jugador europeo fue insultada. Ante esto se han preparado los jugadores y, al igual que Jon Rahm o su capitán Luke Donald, Rory McIlroy se muestra comedido y no quiere echar leña al fuego. "Estamos jugando en un entorno al que no estamos acostumbrados. Yo soy afortunado, tengo mucho apoyo por donde quiera que vaya a jugar y será diferente para mí esta semana. Pero nos lo esperábamos y es totalmente entendible. Se trata de usar la energía del público para espolear tu rendimiento. Es parte del reto de esta semana", acepta el norirlandés.