CICLISMO

El Tour de Francia no cede ante la queja de los corredores

La organización ha escuchado la opinión de los ciclistas, pero entienden que se han tomado las medidas necesarias para que no haga falta hacer modificación alguna

El Tour de Francia no cede ante la queja de los corredores
Imagen de la etapa 13 del Tour de Francia - @letourdefrance
Alvaro ArenillasAlvaro Arenillas 3 min lectura

Se ha convertido en algo casi inherente a las grandes vueltas. Los ciclistas, quizás con más fuerza que nunca antes, no suelen dudar a la hora de señalar qué creen que está mal en la confección de las carreras e incluso lo hacen notar aprietan y aprietan hasta ver cumplidas sus peticiones. Ya pasó en el Giro de Italia de 2023, cuando dejaron una etapa en menos de la mitad de kilómetros porque los corredores así lo pidieron por cansancio, frío y malas condiciones climatológicas.

Al estilo de aquello, y sin querer decir en momento alguno que sea lo mismo, el sindicato de corredores (CPA) ha pedido al Tour de Francia que acepte modificar el recorrido de la etapa 14, más exactamente el descenso a Morzine, al considerar que el estado del asfalto y el propio perfil del mismo lo convierten en peligroso. Además, y siguiendo esa misma línea, también extienden tal queja a la etapa 17, la cual concluye con el descenso del Col de la Loze camino de Courchevel. ¿Qué ha hecho la organización de la Grande Boucle? Rechazar el cambio.

La ronda gala, más en concreto sus organizadores, han explicado que se han extremado las medidas de seguridad colocando colchones en los lugares potencialmente más peligrosos, utilizando material que se utiliza en las pistas de esquí. Además, indicaron que se han tomado medidas para mejorar el asfalto de esos descensos para que haya menos peligro. Resumiendo: entienden que el trazado es todo lo seguro que debe ser como para que pueda concluir la carrera sin mayores contratiempos.

Que los corredores hayan planteado este posible cambio no es casualidad. Desde que el helvético Gino Mader falleció al sufrir una caída en un descenso del Tour de Suiza, está en entredicho la seguridad de los ciclista y si ponerles en situación límite bajo unas determinadas circunstancias es realmente necesario. En esta ocasión el Tour ha optado por seguir su instinto y mantener los perfiles ideados hace meses, pero ello no quita que se vaya a seguir vigilando el más mínimo detalle respecto al recorrido de las diferentes carreras.

¿Ha terminado aquí está película? Es imposible saberlo. En otras ocasiones los corredores han apretado hasta el punto de plantarse y no comenzar una determinada etapa hasta ver cumplidas sus exigencias. Por ahora la jornada del 14 de julio se está celebrando sin contratiempos, pero la de mañana, la de Morzine, aún no ha empezado...

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