Didier Digard, toda una vida escrita en sus 17 tatuajes

Con el futuro de Kondogbia y de Gary Medel en el aire, es lógico que el Sevilla estudie lo que el mercado ofrece en cuanto a mediocentros. Y ahí, Didier Digard ocupa un lugar preferente. El centrocampista galo es conocido en Francia por su pasión por los tatuajes. Hasta 17 de ellos adornan la piel de este futbolista acostumbrado a ser el líder en los equipos en los que ha estado, un jugador que pese a gozar de una buena técnica no ahorra una gota de sudor en cada partido. Que igual hace un cambio de juego de 30 metros que se arroja al césped para ganar un balón dividido. En Francia lo comparan con el actual seleccionador Didier Deschamps, del que espera una llamada para cumplir uno de sus sueños, vestir la absoluta francesa. Su gran temporada en el Niza hace que ese momento esté cerca. La próxima podría ser su gran oportunidad.
Digard conoció a la que es su actual pareja a los 13 años y, a sus 26, tiene una hija de 10. Con ellas suele escaparse a la localidad de Canges Sur Mer, cercana a Niza, en la Cote d´Azur, un lugar al que está dispuesto a renunciar para probar suerte en un nuevo destino.
Es conocida también la amistad que mantiene con el portero del Olympique de Marsella Mandanda y con Kevin Anin, compañero suyo en el Niza famoso por desaparecer durante unas semanas para escaparse de lo que denominó el "asqueroso mundo del fútbol".
Si finalmente se consuma su marcha, el Niza lo echará de menos por su capacidad de sacrificio, lo que le ha convertido en una pieza clave en el equipo de Claude Puel, quinto en la tabla francesa.
Digard conoció a la que es su actual pareja a los 13 años y, a sus 26, tiene una hija de 10. Con ellas suele escaparse a la localidad de Canges Sur Mer, cercana a Niza, en la Cote d´Azur, un lugar al que está dispuesto a renunciar para probar suerte en un nuevo destino.
Es conocida también la amistad que mantiene con el portero del Olympique de Marsella Mandanda y con Kevin Anin, compañero suyo en el Niza famoso por desaparecer durante unas semanas para escaparse de lo que denominó el "asqueroso mundo del fútbol".
Si finalmente se consuma su marcha, el Niza lo echará de menos por su capacidad de sacrificio, lo que le ha convertido en una pieza clave en el equipo de Claude Puel, quinto en la tabla francesa.