Resulta comprensible mirar, aunque sea de soslayo, la cita en el
Camp Nou del próximo miércoles ante la posibilidad de protagonizar la heroicidad de tumbar al campeón de las últimas cuatro ediciones de la
Copa del Rey. Se entendería, quizás, que el aficionado considere oportuno reservar fuerzas para el
Barcelona, pero la realidad nervionense muestra que
LaLiga no está a día de hoy para resacas coperas y que merece una atención plena para recuperar el pulso de la competición después de encadenar la peor racha de la temporada con un 2 de 12 que le ha relegado dos puestos en la tabla y alejado de
Atlético de Madrid y del propio
Barcelona.
El
Sevilla precisa reencontrarse con la regularidad liguera y firmar en la mañana de hoy ante el
Levante un triunfo para frenar la hemorragia, consolidar la cuarta plaza y despejar cualquier tipo de duda. En este sentido, debe apoyarse en el triunfo en la ida de la
Copa para tomar impulso y centrarse únicamente en sacar adelante este partido, más complejo de lo que podría parecer, pues los granotas se presentan con una dinámica positiva y la mira fijada en Europa.
Además, una vez más, los blanquirrojos se enfrentan a una merma sustancial por el calvario de lesiones que le acecha, perdiendo para este encuentro a los dos carrileros,
Navas y
Escudero. Ausencias que se han sumado a las de
Gnagnon,
Munir,
Nolito y
Gonalons, lo que obliga nuevamente a
Machín a exprimir sus recursos para acusar lo menos posible el vacío dejado por puntales como el palaciego.
Así, todo apunta a que
Aleix coparía la banda derecha mientras que
Promes, el comodín del soriano, dotaría de verticalidad y velocidad la izquierda en detrimento de
Arana. Sólo entraría el brasileño si el técnico decidiera brindar descanso a uno de sus delanteros titulares y, como en la ida de Copa, utilizara al holandés en ataque. No obstante, Machín conoce la trascendencia de este compromiso y, dentro de la menoscabada disponibilidad, desplegará posiblemente su once de gala con
Ben Yedder y
André Silva para hacer estragos en la defensa granota, también muy mermada por las bajas de
Chema,
Postigo,
Luna y, ahora, la de
Toño. Pese a estas limitaciones persistirá en la defensa de cinco, con
Coke como central y
Moses de carrilero zurdo.
Menos problemas en el eje de la zaga tiene
Machín, sólo con
Gnagnon lesionado, y podrá elegir entre cinco opciones, incluido el recién llegado
Wöber. Es probable que
Carriço entre por
Kjaer mientras que en la medular
Roque Mesa acompañaría a
Banega y
Franco Vázquez, 'jugones' para devolverle al
Sevilla la lucidez perdida en
LaLiga.