Si en el mes de mayo un sevillista hubiera hecho una lista de descartes para la presente temporada, pocos aparecerían en ella más arriba que
Nolito.
Tras un primer año irregular y una segunda temporada en la que sólo tuvo protagonismo en la
Europa League, su salida estaba cantada. Más aún cuando su alta ficha podría resultar un lastre y todavía tiene cartel a nivel nacional e internacional para sacar algún beneficio con él. El interés céltico así lo confirmaba.
Todo parecía cuadrar salvo dos detalles. Al
Sevilla había llegado un técnico que lo conocía de la selección y sabía lo que podía sacar de él. Y, segundo, él se había empeñado en demostrar que no estaba acabado, como algunos pensaban.
Después de tres semanas de preparación y tres partidos disputados, el sanluqueño es, con diferencia, el mejor del
Sevilla hasta el momento. Además de su máximo goleador. A día de hoy está por delante de
Munir en el once de
Lopetegui y si hoy arrancara la Liga formaría parte de ese equipo titular.
Nolito ha ‘roto’ los planes de un
Monchi que no contaba con él a la hora de planificar el nuevo plantel y ahora, seguramente, tendrá un dilema: qué hacer con él.
En su contra está que sólo le queda un año de contrato, pero eso no debe ser obstáculo para que, si todos quieren, él siga aquí.
Nolito, a su mejor nivel, es un jugador Top, que valdría mucho dinero.