Una de las máximas en el mundo del fútbol es la que recuerda que
las victorias tienen muchos padres, mientras que las derrotas sólo tienen uno, que suele ser el entrenador. Por lo tanto, este sólido y regular
Sevilla de Julen Lopetegui, que
despedirá 2019 consolidado en el
tercer cajón del podio de LaLiga 2019/2020, es una familia
multiparental en la que destacan una fuerza de la naturaleza llamada
Diego Carlos; el cerrojo de Tomas
Vaclik, que ha dejado su portería a cero en ocho de las 18 jornadas; el equilibrio que aporta un pulpo llamado
Fernando; el inagotable depósito energético de
Jesús Navas; la zancada y el poderío ofensivo de
Ocampos...
A buen seguro, si se hiciese una encuesta entre la afición nervionense, esos serían los jugadores más nombrados entre los artífices de esta
sensacional primera vuelta del equipo. No obstante, si hay un líder silencioso en este Sevilla de podio, sin lugar a dudas ese sería
Éver Banega, un futbolista con
tantos admiradores como detractores que viene siendo
decisivo un partido sí y al otro también. Como el pasado sábado en Palma de Mallorca: asistió en el 0-1, botó el córner cabeceado a la red por Diego Carlos, y anotó el definitivo 0-2, tras ejecutar con maestría un penalti cometido sobre Joan Jordán por el mediocentro bermellón Baba.
El mediocentro argentino completó una actuación soberbia que fue calificada con
una nota del 8,6 por el portal especializado
WhoScored, que le dio la calificación más alta del encuentro en la capital balear después de dar un
88 por ciento de pases buenos (56 de los 64 que intentó), de realizar con éxito un
80% de regates (4 de 5), de recuperar el balón en el 75% de sus envites (
3/4 entradas) y de
marcar en su único disparo a portería (100%), además de la referida
asistencia del 0-1. Todo ello, y su elegancia en la conducción le sirvió para superar el 8,5 que obtuvo Diego Carlos y el 8 que sacó Fernando.
El
final de 2019 de Banega está siendo digno de elogio. Y es que, tal y como recuerda la cuenta estadística de @OptaJose, el rosarino ha sido
actor principal en cinco de los ocho últimos goles sevillistas en LaLiga.
Además de marcar y asistir en Son Moix, el '10' blanquirrojo también anotó desde los once metros el tanto del triunfo en
Valladolid y dio los pases de las dianas de Munir ante
Osasuna (1-1), de Luuk de Jong en el derbi en casa del eterno rival (1-2) y de Franco Vázquez frente al
Atlético de Madrid (1-1), que se unen a los servicios que dio en el arranque de curso contra el
Celta (también al Mudo) y la
Real Sociedad (a Nolito).
Con seis pases de gol, es el
mejor asistente del Sevilla y de toda LaLiga, empatado con el valencianista Rodrigo y con los culés Luis Suárez y Messi. También es el
mejor pasador del equipo nervionense, con 1.186 entregas exitosas, y el segundo de todo el campeonato, sólo por detrás de las 1.206 de Gerard Piqué (Barça). Además, es el segundo futbolista blanquirrojo que más
regatea, en un empate técnico con Lucas Ocampos (33 del de Quilmes por las 32 de Banega); el quinto pupilo de Lopetegui que más
dispara al arco rival (7 veces) y el
tercero con más tantos, con dos, empatado con otros cinco compañeros y por detrás de los tres del Mudo y los cinco de Ocampos.
Todo ello, a pesar de perderse la primera jornada por culpa de una sanción que arrastraba desde la pasada campaña. Es lógico, con esos números, que sea
uno de los fijos para el entrenador blanquirrojo, hasta el punto de ser el
cuarto con más minutos disputados (1.481') tras Vaclik, que suma un pleno, Navas y Diego Carlos, quienes sólo se han perdido un minuto y 15, respectivamente, en estas 18 jornadas. Eso sí,
Banega comenzará 2020 amenazado de sanción, pues tiene cuatro tarjetas amarillas y está a sólo una de cumplir ciclo, y pendiente a lo que deparará un
futuro en el que ya ha dibujado
la hoja de ruta a seguir.