Jesús Fernández Sáenz de la Torre, conocido en el mundo del fútbol como
Suso, es el último fichaje que ha firmado la dirección deportiva de Monchi para el
Sevilla. El jugador gaditano llegó en los días finales del mercado invernal y desde que llegó ha agarrado la camiseta de titular bajo los mandos de Julen Lopetegui.
El fichaje de
Suso no fue nada fácil. Su antiguo club, el Milan, sólo quería que el extremo saliera de de sus filas mediante el pago de un traspaso, pero el avance de los días hizo que las pretensiones de la entidad milanista bajaran según llegaba el 31 de enero.
Monchi que conoce bien el mercado esperó a los días finales para poder conseguir una cesión con opcióna compra y lo logró, aunque casi se rompe todo.
Suso pasó ayer por el plató de
A Balón Parado, el programa que dirige Roberto Arrocha en
SFC TV. El gaditano contó que "Cuatro días antes de que cerrara el mercado invernal mi agente me llamó para comunicarme que estaba todo hecho con el Sevilla, así que me fui a cenar bastante contento". El problema vino cuando, 30 minutos después, volvió a mirar su teléfono y tenía tres llamadas perdidas.
Rápidamente, el extremo llamó a su agente y éste le informó sobre la situación del traspaso: "Me dijo que la cosa estaba mal por lo que no iba a fichar por el
Sevilla". Suso admite desconocer si era un problema entre clubes por lo acordado y se fue a la cama aquel día asumiendo que no iba a ser jugador del equipo hispalense.
Para sorpresa de
Suso, dos días después le llama personalmente
Monchi para decirle que ya estaba todo solucionado y que había hablado con el Milan para que no jugará más en lo que se cerraban los últimos flecos. Suso no tardo ni un minuto en llamar a su madre (que vive en Cádiz) para darle la noticia de su vuelta a "su" Andalucía natal, y también informó a su padre para que le busvara una casa lo más rápido posible e instalarse cuanto antes en la capital andaluza.