Vaya por delante que el actual no está nada mal, pero va siendo hora de que la pujanza (con argumentos de peso) del
Sevilla FC afronte el último peldaño que le resta en España:
luchar por LaLiga. De acuerdo con que se trata de palabras mayores, si bien es innegable que
Real Madrid y Barcelona no parecen ahora tan inaccesibles como antaño, mientras que en ese segundo escalón no asusta demasiado el Atlético. Un panorama despejado para que un proyecto al alza y sólido como el nervionense agarre el toro de la exigencia por los cuernos. En
Europa, acapara finales y elogios, a la vez que títulos, mientras que, en el plano doméstico, es equipo de
Champions con méritos sobrados. Ahora, la aplastante solidez del campeón encara una prueba de madurez.
Porque si en algo ha fallado el Sevilla FC en los últimos años es en el nivel exhibido en los campos grandes de Primera.
Camp Nou, Santiago Bernabéu, Wanda y, en menor medida,
La Cerámica o San Mamés acostumbran a ser muros infranqueables para una escuadra hispalense que sí compite generalmente contra esos equipos y tumba a muchos de ellos en el
Sánchez-Pizjuán, pero que no logra deshacerse de los complejos ni del maleficio a domicilio. Un salto (o asalto) que no puede convertirse en presión añadida, sino que ha de subirse con naturalidad a la locomotora en marcha en que se ha erigido la escuadra de Julen Lopetegui.
No será sencillo. Habrá que creérselo y confiar en que los elementos te respeten. Porque, en
Las Rozas y sobre el verde, todavía se mira con mejores ojos a merengues y culés que al resto. Habría ayudado la marcha de
Messi, retenido contra su voluntad y espectador de lujo de la ascensión imparable de
Ansu Fati, que apunta a ser su heredero. De momento, todo sigue más o menos igual bajo el sol patrio. Pero todo se andará. A este paso, más pronto que tarde. Primero, toca ser los de siempre sea cual sea el escenario. Y el resto vendrá por inercia. En Nervión, todavía tienen que sumarse a la causa
Rakitic, algo discreto en este arranque abrupto de curso, y un
Óscar Rodríguez que no se ha hecho con la titularidad. En cuanto ellos,
Acuña y los que estaban cojan velocidad de crucero, la cosa pintará mejor... cruzando los dedos para que el United se olvide de
Ocampos.
Lopetegui, pese a la acumulación de partidos,
irá definiendo poco a poco su alineación, con la UCL asomando a tres semanas vista, pero un parón ideal para recomponerse y prepararla. Sin más tocados que
Bryan Gil y Pablo Pérez, cobra opciones el retorno de
Suso, suplente contra el Levante, y no es desdeñable que
Acuña vaya asumiendo galones, pese al gran nivel de
Escudero. El resto, salvo sorpresa, formará esa alineación que empiezan a aprenderse de memoria los aficionados sevillistas, deseosos de ver un gran partido de los suyos en un magno escenario como el azulgrana, donde su anfitrión habrá de recomponer el eje de la zaga, tras la roja a
Lenglet en Vigo, baja que se une a las de Ter Stegn y Umtiti. Junior parece que no llegará tampoco.
ALINEACIONES PROBABLES.-
F.C. Barcelona: Neto; Sergi Roberto, Piqué, Araújo, Jordi Alba; Busquets, De Jong; Griezmann, Coutinho, Ansu Fati; y Messi
Sevilla F.C.: Bono; Jesús Navas, Koundé, Diego Carlos, Acuña; Fernando, Joan Jordán, Rakitic; Suso, Ocampos y En-Nesyri
Árbitro: Gil Manzano (extremeño)
Incidencias: Camp Nou, domingo 21:00 horas (M+LaLiga Partidazo).