Huesca 0-1 Sevilla FC: Abonado a un bendito sufrimiento

Huesca 0-1 Sevilla FC: Abonado a un bendito sufrimiento
- F. Mateos
Fernando MateosFernando Mateos 10 min lectura
Abonado al sufrimiento. No es el eslógan de una campaña de abonados -ojalá los clubes tengan que pensar pronto en uno-, sino una realidad: el Sevilla FC de Lopetegui no sabe ganar sin sufrir. Hay que hacer un ejercicio de memoria para encontrar un triunfo nervionense en esta temporada que no tuviera en vilo al sevillismo hasta el último suspiro. Otra vez al final, esta vez en el minuto 83, llegó el gol rendentor, obra de un En-Nesyri que se va animando cada vez más a hacer goles importantes.

¿Otra vez la diosa fortuna? Pues visto lo visto, no tanto. Porque el conjunto blanquirrojo fue el absoluto dominador del partido y, salvo un momento de desconexión en el arranque del segundo acto, arrinconó a un temeroso Huesca. Es cierto que no generó apenas peligro. Y también los aragoneses tuvieron el gol en una muy clara de Sandro. Pero a base de insistir e insistir, el premio a la fe acabó llegando y la calidad se impuso para sumar tres valiosos puntos que meten de lleno a los de Nervión en esa zona alta donde pretenden vivir.   

Resuelta la duda del lateral izquierdo con la entrada de Rekik, solución de urgencia ante la falta de jugadores específicos en esa posición, el Sevilla FC saltó a El Alcoraz con la intención de tener el balón y llevar las riendas del partido, tocando con tranquilidad para sortear los tímidos intentos iniciales de presión adelantada por parte de un necesitado Huesca. 
 
De ese modo, combinando para avanzar líneas, llegó la primera llegada sevillista a los tres minutos. Munir recortó en el vértice del área y probó fortuna, pero su disparo, flojo, se marchó fuera. Buscaban los de Lopetegui gobernar el partido y someter al rival a través de la posesión. Pero la realidad es que el balón no aparecía por el área de un conjunto oscense que se metía cada vez más atrás con el paso de los minutos, saliendo tímidamente a la contra en apenas un par de ocasiones en el arranque. 
 
Lo hizo en el 5' el ex sevillista Sandro con una eléctrica galopada por la izquierda. Al pisar el área, el canario le bailó a Diego Carlos y su envenenado centro no encontró en el segundo palo a Rafa Mir por el despeje oportuno de Rekik, que tuvo la réplica en su cabeza a la salida de un córner en el minuto 12, tras otro disparo lejano de Rafa Mir a las manos de Vaclik.

El plan del Huesca era sencillo: encerrarse, tapar vía de acceso e intentar castigar cualquier error o pérdida sevillistas con una veloz contra. Y mientras tanto, trataba de cometer los mínimos fallos posibles en su campo pese a la buena presión arriba del cuadro nervionense. A ello, el Sevilla FC respondía tocando y tocando, pero sin encontrar huecos con los que generar peligro. 
 
Avanzaba el reloj hacia la media hora y no había ocasiones que llevarse a la boca. Sólo a balón parado habían conseguido asustar tímidamente los de Lopetegui a un Huesca cómodo por momentos en su papel, que juntaba líneas metido prácticamente en su área pero que no sufría en exceso ante las acciones de un cuadro sevillista que esperaba a que la ocasión cayese como fruta madura, arrinconando por completo a su oponente y viviendo permanentemente en campo rival con un dominio del todo infructuoso.
 
La tuvo Munir tras un centro de Rekik, pero tras su buen control en el área, disparó muy alto. Tampoco fue mucho más claro el cabezazo de De Jong a las manos de Andrés Fernández en el 32'. Demasaido poco para un porcentaje de posesión superior al 70%, un dato que en fútbol se convierte en mera anécdota cuando no se finaliza. Todo lo demás lo hacían bien los de Lopetegui: presión intensa, paciencia en la elaboración y velocidad para mover el cuero de lado a lado. Pero en ese guion tan trabajado, faltaba lo de tantas veces, el verso suelto que rompe líneas y sorprende.    
De se modo, se llegaba al descanso y sólo una volea de Óliver que ni se convirtió en disparo ni acabó de ser un centro permitió soñar en la recta final del primer tiempo con el gol que hiciera bueno el plan blanquirrojo. Lopetegui estaba obligado a darle una vuelta de tuerca. Sin embargo, lejos de salir de la caseta con bríos renovados, el plan del Sevilla FC fue viciándose en el arranque de una segunda mitad que sólo dejó bostezos en su primer cuarto de hora. Ya no sólo no había ocasiones, sino que también brillaban por su ausencia las jugadas hilvanadas que hicieran pensar en la llegada del gol nervionense. 

Ante tal atasco, tampoco nadie probaba desde lejos para saber si Andrés Fernández seguía bajo palos o no, como sí hizo Borja García en el 48' para los locales a poco que tuvo la oportunidad. La solución podía estar en el balón parado, pero tampoco de ese modo encontraron los sevillistas el remate tras el córner botado por Jordán. Y gracias, porque en el 60', Sandro fallaba de forma inexplicable un gol cantado tras recortar a Vaclik y no ser capaz de disparar. Crecían las dudasy Lopetegui buscaba soluciones con la entrada de Rakitic y el debut de Aleix Vidal por un Rekik venido a menos desde hace muchos minutos.

De las botas del croata, nada más pisar el césped, salió de lo más peligroso de su equipo hasta ese momento al bajar un balón con el pecho y disparar alto. Poco antes, también Koundé había probado sin éxito lo que ningún otro pensó: disparar desde lejos. Y al fin llegó, en el 73', la ocasión que debía hacer bueno el plan, pero Ocampos, solo ante el meta local, disparó al muñeco de forma inocente con todo a favor, tras un buen servicio de De Jong. 

Se animaba el Sevilla FC, que volvió a rondar el gol con un remate de Munir a la salida de córner repelido de forma milagrosa por Andrés Fernández. Ahora sí, volvían a embotellar los de Lopetegui al Huesca en su área con balones colgados. Tocaba tirar de épica de nuevo. Y a falta de siete minutos, cuando Idrissi se preparaba en la banda para quemar el último cartucho, llegó el premio. Navas, extrañamente comedido en sus incursiones, condujo el balón, conectó con Ocampos en el borde del área y el argentino se resarció de su error para buscarse el espacio y poner un centro al primer palo rematado por En-Nesyri a las redes.   

Con el botín en el zurrón, tocaba protegerlo y, como era obvio, ya no salió un cariacontecido Idrissi. Lo hizo en su lugar Gudelj. Pero aún hubo que sufrir, para no perder la costumbre, viendo cómo en el alargue Okazaki no conseguía rematar en boca de gol ante la oposición de Aleix, con el posterior disparo con rosca fuera de Ontiveros. Ahí murió otro sufrido partido de este Sevilla FC que ya suma tres victorias seguidas en LaLiga a las puertas de recibir al Real Madrid.      
 
Ficha técnica:
 
Huesca: Andrés Fernández; Maffeo, Siovas, Insua, Javi Galán; Mosquera, Mikel Rico, Seoane (Ferreiro 60'); Borja García (Ontiveros 72'), Rafa Mir y Sandro (Okazaki 72').
 
Sevilla FC: Vaclik, Jesús Navas, Koundé, Diego Carlos, Rekik (Aleix Vidal 64'), Fernando, Joan Jordán (Rakitic 64'), Óliver Torres (Óscar Rodríguez 74'), Ocampos, Munir (Gudelj 86') y De Jong (En-Nesyri 74').

Gol: 0-1 (83') En-Nesyri.
 
Árbitro: Cuadra Fernández (Balear). Amonestó al técnico local, Míchel, y a sus pupilos Seoane, Maffeo, Okazaki e Insua, así como a los sevillistas Rekik, Jordán, Óliver Torres y Pablo Sanz, segundo entrenador.
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