Mucho se ha
hablado y escrito sobre la reciente
junta de accionistas del Sevilla FC.
José María del Nido Benavente, otrora presidente de la entidad y autodeclarado como
máximo accionista de la misma, abanderó una campaña de castigo y desgaste a la labor de quien fuera su mano derecha,
José Castro, así como de su hijo,
José María del Nido Carrasco, que respalda la labor del utrerano y se ha manifestado a favor del
pacto firmado en su día. Su padre no pudo votar tampoco en esta asamblea,
denunciando que había recibido un
mando estropeado, aunque el asunto tiene visos de resolverse, si lo hace, en los
tribunales.
Por ahora, los actuales dirigentes nervionenses no sólo continúan en sus cargos, sino que obtuvieron un
apoyo importante a su labor,
aprobándose las cuentas del pasado ejercicio, con unas
pérdidas reconocidas de
41 millones de euros, fundamentalmente por los efectos de la
pandemia, y el
presupuesto del actual. Pero, como ocurre en política, nadie se considera perdedor. Puede que, en esta ocasión, con cierta razón. Las redes sociales arden y, al menos, el buen momento deportivo del equipo sirve de
coartada perfecta para pasar página y centrarse en el fútbol. No obstante, las
opiniones al respecto de quién sale más reforzado de la junta son variopintas.
Tanto que podría decirse que se produjo un
empate técnico en los resultados de la encuesta propuesta ayer por ESTADIO Deportivo a sus lectores, que no se decantaron mayoritariamente por ninguna opción. De esta forma, un
48% que Castro fue el
ganador de tan importante cita, al tiempo que un
52% se decanta por Del Nido Benavente. Una buena prueba, si no de la división, sí de la polarización que generan ambos protagonistas y sus diferentes visiones de lo que debería ser el
gobierno de la histórica institución sevillana.