Bouzas tumba a una leyenda en Cincinnati
La gallega protagoniza una victoria histórica frente a una de las mejores de todos los tiempos

Jessica Bouzas firmó en Cincinnati el triunfo más sonado de su corta carrera al imponerse a una auténtica leyenda del tenis mundial. La española no solo venció: emocionó, sorprendió y dejó claro que ha llegado para quedarse.
El partido que lo cambia todo
No todos los días se tiene delante a una figura que marcó una era. Pero Jessica Bouzas no se dejó intimidar. En la pista 3 del torneo WTA 1000 de Cincinnati, la tenista gallega derrotó a Venus Williams, siete veces campeona de Grand Slam y uno de los nombres más grandes de la historia del deporte. Lo hizo con una madurez impropia de su edad y un tenis atrevido que desarmó a la estadounidense desde el primer intercambio.
Bouzas, que llegaba desde la fase previa, jugó con una mezcla de respeto y osadía. No se encogió en ningún momento. Golpeó profundo, buscó ángulos y, cuando hizo falta, también tiró de cabeza para gestionar los momentos calientes. Al final, el marcador fue claro, pero no tanto como la historia que se escribió sobre la pista.
No se trataba solo de ganar un partido. Era una prueba de carácter, de saber estar, de creérselo. Y Bouzas lo superó todo. Incluso la presión de enfrentarse a una jugadora que debutó en el circuito profesional cuando ella ni siquiera había nacido.
De admiradora a rival
Apenas unos años atrás, Jessica miraba los partidos de Venus por televisión. Soñaba con ser como ella, con jugar en las grandes pistas, con competir de tú a tú. Y ahora ese sueño se hizo realidad. Y no solo lo cumplió: lo superó.
La imagen final del encuentro, con la gallega levantando los brazos y mirando incrédula al público, lo decía todo. Había hecho algo más que ganar un partido. Había entrado en una dimensión nueva. En la rueda de prensa posterior, Bouzas no escondió su emoción. “Esto es un regalo. Un momento que no olvidaré nunca”, dijo con una sonrisa que mezclaba felicidad y asombro.
Para Venus, en cambio, pudo ser una despedida silenciosa. La norteamericana se marchó entre aplausos, sabiendo que había cedido el testigo a una joven que promete dar mucho que hablar.
Un antes y un después
Con esta victoria, Bouzas no solo accede a la siguiente ronda del torneo, sino que también se gana un respeto internacional que hasta ahora solo era intuición. El circuito ha tomado nota. En Cincinnati se vivió un punto de inflexión, y Jessica lo protagonizó con la determinación de quien no quiere ser una anécdota, sino historia.