Francisco Salas3 min lecturaEl Masters 1000 de Roma sigue avanzando y ya entra en su segunda semana, pero cuando todo parecía ir sin sobresaltos, ha tenido que llegar el actual campeón y segundo favorito, Alexander Zverev, para destapar uno de los grandes problemas a los que se están enfrentando los tenistas en el Foro Itálico, las pelotas. Las bolas llevan tiempo siendo uno de los caballos de batalla de la ATP, pero este año parecía estar controlado, hasta que ha llegado el Masters 1000 transalpino y el teutón no ha podido más. Mientras eso sí, está pasando muy pocos apuros para ganar sus partidos.
En sus dos primeros duelos en Roma ante Camilo Ugo Carabelli y Vilius Gaubas, Sasha apenas ha perdido siete juegos, pero eso no le ha impedido mostrar su malestar por las pelotas del torneo, especialmente por lo lentas que son esta edición y que no parecen en nada a las que le 'ayudaron' a triunfar hace 12 meses. "Es muy raro lo que está sucediendo con las bolas porque son mucho más lentas que en pasadas ediciones, la verdad es que no sé qué han hecho con ellas. Jugamos durante toda la gira de tierra batida con bolas Dunlop".
Y no solo cambia respecto al pasado, si no también respecto a la semana pasada en Madrid, así como en Montercarlo y Munich y Madrid, que sobre el papel son iguales, no se lo parece. "Pueden decirme lo que quieran, pero no es la misma. No sé, intentan decirnos que es la misma bola, pero no puede serlo". El de Hamburgo le ha puesto remedio encordando su raqueta más blanda, hasta con tres kilos menos de tensión para que tenga más rebote y salga más, pero aún así no termina de estar todo lo cómodo que le gustaría.
Tras dos partidos en los que no ha necesitado prácticamente sufrir lo más mínimo, ahora va a subir y mucho el nivel de competencia, pues que para empezar, en octavos de final se mide a uno de los grandes animadores de esta gira de tierra batida, Arthur Fils. El galo venció en un partido loco a Stefanos Tsitsipas y ahora buscará dar la sorpresa. Para Zverev es crucial pasar de ronda, puesto que de no hacerlo puede sufrir una gran caída en el ranking, ya que defiende los 1000 puntos que da el título, así que necesita repetir la hazaña para ser el segundo cabeza de serie en Roland Garros.