Los Masters 1000 cada vez se están poniendo más caros. El nivel de la ATP aumenta a pasos agigantados y para los grandes jugadores no hay un solo partido. Si no que se lo digan a Carlos Alcaraz, que lo está viviendo en sus propias carnes en Roma. El murciano se estrenó con un triunfo relativamente cómodo ante Dusan Lajovic, un jugador entrado en años y procedente de la previa, sin embargo, en la tercera ronda lo pasó muy mal para vencer en dos sets a Laslo Djere. Una mala señal de cara a lo que se va a encontrar en los octavos de final, Karen Khachanov, el cabeza de serie número 23.
El tenista moscovita no está teniendo suerte este 2025 con los cuadros, más allá de las semifinales del Godó, pero si que ha conseguido algunos detalles de gran tenista que invitan a pensar en el nivel de juego lo mantiene muy alto. En Roma ha superado las dos primeras rondas con altibajos, en la primera a un combativo Burruchaga en tres sets, y en la segunda no dando apenas opción al local Francesco Cassaro. Pero ahora contra Carlitos será una historia totalmente diferente, ya que deberá hacer uno de los grandes partidos de su vida y esperar a que el número 3 del mundo vuelva a estar irregular.
Más allá del momento actual de Khachanov, la cruda realidad para él es que no sabe como meterle mano a un español al que nunca ha superado. Se han enfrentado en un total de cuadro ocasiones, la última de ellas en la pista rápida de Pekín el año pasado. Aunque en las tres anteriores, todas ellas en tierra batida (Roland Garros, Hamburgo y Madrid), el jugador de El Palmar ha ganado relativamente cómodo, sin perder un solo set y demostrando una superioridad que va a necesitar sacar de nuevo en el Foro Itálico.
En caso de ganar al ruso, a Carlitos le puede llegar una gran oportunidad envenenada en los cuartos de final. Nada más y nada menos que Jack Draper, su verdugo en semifinales de Indian Wells. El número 5 mundial sigue dando pasos de gigante en tierra batida y ya está en octavos tras arrasar en sus primeros duelos. Además, ha tenido suerte, pues su rival debería haber sido Holger Rune, solo que la más que sorprendente victoria de Corentit Moutet sobre el danés le ha limpiado el camino, aunque deberá confirmar su favoritismo. No obstante, más allá del resultado, Draper es un jugador perfecto para coger ritmo y sensaciones de cara a Roland Garros.