"No cambia -tener a Djokovic en el camino-. Es un torneo igual. En todos los torneos hay grandes jugadores. El hecho que pueda estar Djokovic o no a mí realmente no me influye en nada. Al final a él me enfrentaría en semifinales. Mientras tanto enfocamos el torneo de la misma manera. Nos centramos en nosotros y en intentar hacer las cosas que tenemos en mente. (...) Es un torneo muy duro. Hay muchísimos jugadores de alto nivel, algo que demuestra el gran torneo que es Doha. Al final hay que medirse a los mejores para ganar cualquier torneo. De momento ronda a ronda. Él (Djokovic) también tiene que ver cómo está después de la lesión", avisaba Carlos Alcaraz, en una entrevista con Sport, antes de arrancar el torneo de Doha 2025.
La realidad es que no había tenido mucha fortuna en el sorteo celebrado la pasada semana. Por un lado, le había tocado un debut ante un rival que no juega ya mucho, pero que ha sido uno de los mejores de los quince últimos años y de los pocos que ha podido ganar un Grand Slam en la época de apogeo de los Djokovic, Nadal, Federer y Murray. Marin Cilic nunca es fácil y Alcaraz lo pudo comprobar en su debut, aunque finalmente ganara en dos sets.
Pero es que su camino, a continuación, estaba lleno de trampas. Empezando por una segunda ronda donde se esperaba a uno de los mejores jóvenes del circuito, como es el tenista chino Zhizhen Zhang. En cuartos, un Dimitrov que le ha ganado las dos últimas veces en las que se han enfrentado y en las dos únicas que se han visto sobre pista rápida y al aire libre, como ocurre en Doha. Y, en semis, se veía a Djokovic.
No se cruzará con ninguno de ellos. El italiano Luca Nardi sorprendió a Zhang en primera ronda y será el rival de Carlos Alcaraz mañana miércoles. Y Dimitrov y Djokovic han sido víctimas de las dos grandes sorpresas de la primera ronda en el ATP 500 de Doha. Dimitrov caía ante el checo Lehecka y Djokovic lo hacía, en su regreso tras el Open de Australia, frente a Matteo Berrettini.
Ni Lehecka ni Berrettini son fáciles y, de hecho, el segundo ha sido finalista de Grand Slam, pero al checo le ha ganado el español en su único enfrentamiento y al italiano le supera por un global de 3-1, con una única derrota hace ya tres años y en cinco sets.
Cierto que todavía quedan muchos grandes jugadores, no en vano el torneo contaba con muchos Top-10, pero tanto Alex de Miñanur, como Medvedev, Rublev o Tsitsipas, si pasa el griego, van por el otro lado y sólo se encontraría con ellos en la final.