Djokovic prepara una gran sorpresa para el US Open 2025
El serbio rompe con su estilo habitual con un uniforme inédito y apunta a Flushing Meadows como su gran objetivo de 2025

Inmerso en multitud de rumores sobre su posible retirada, Novak Djokovic ha decidido dar un golpe de efecto antes de que ruede la bola en Nueva York. El que ha sido número 1 del mundo durante mucho tiempo estrenará en el US Open una indumentaria totalmente negra, rompedora y cargada de simbolismo, en la que será una de sus puestas de largo más atrevidas hasta la fecha.
¿El uniforme más impactante de su carrera?
Vestido íntegramente de negro, con detalles minimalistas y tejidos sostenibles, Djokovic cambiará radicalmente su imagen en pista para reflejar su estado de ánimo: concentrado, desafiante y sin margen para el error. La elección cromática no es casual. A sus 38 años, el serbio ha optado por un look sobrio y agresivo, que rompe con sus habituales colores claros y que puede representar una clara declaración de intenciones.
Esta noticia ha salido de una filtración en las redes sociales en la que se puede apreciar perfectamente la tonalidad de los colores de las prendas que usará el serbio.
El US Open, su gran objetivo
Este cambio estético no es un simple capricho: Djokovic ha marcado el US Open como su prioridad absoluta en el calendario Quiere conseguir el Grand Slam número 25 de su carrera. Así lo confirmó en declaraciones recientes, donde reconoció que ha renunciado a otros torneos para llegar fresco a Nueva York. “No tengo la necesidad de jugar más. Sé lo que tengo que hacer para estar preparado. El objetivo es claro”, afirmó.
Tras caer en Wimbledon y dosificar su participación en verano, el balcánico se ha preparado con mimo para este Grand Slam, donde busca agrandar aún más su leyenda. Y su nueva imagen parece formar parte de ese plan: intimidar desde el vestuario, dominar desde el fondo de pista.
Un símbolo para lo que puede ser su última gran batalla
Parece que Djokovic no es ajeno al marketing ni a la psicología del deporte. Vestirse de negro, en un escenario tan mediático como el US Open, es también una forma de hacerse notar. De dejar claro que, pese a la edad, sigue siendo el rival a batir. Y de demostrar que está dispuesto a reinventarse una vez más para mantenerse en la cima.
Si logra levantar el trofeo en Nueva York, esa imagen vestido de negro pasará a la historia. Y si no lo consigue, al menos habrá dejado un mensaje claro: que sigue peleando como el número uno que nunca ha dejado de ser.