Fritz estalla antes de Toronto

Taylor Fritz no se ha mordido la lengua. En la previa del Masters 1000 de Toronto, el estadounidense ha aprovechado para lanzar un duro mensaje a la ATP por una regla que considera absurda y que, según él, está provocando un efecto dominó de bajas entre los mejores tenistas del mundo. Una norma que afecta directamente a su planificación y que, asegura, puede tener consecuencias en el rendimiento de muchos.

“No es la mejor norma”

El Masters 1000 de Toronto se ha quedado sin dos de sus grandes reclamos: Carlos Alcaraz y Jannik Sinner. Tampoco estarán Djokovic, Draper, Dimitrov, Berrettini, Paul o Bublik. Las bajas se acumulan y, para Taylor Fritz, no es casualidad. El actual número cuatro del mundo ha señalado directamente a la ATP y su nuevo sistema de exigencia de torneos 500, que penaliza con un “cero” en el historial a los jugadores que no cumplan con el número mínimo de apariciones.

“Probablemente debería haber descansado la semana pasada, pero si no jugaba en Washington me ponían un cero por la lesión que tuve. No es lo ideal”, reconoció Fritz. El estadounidense explicó que su calendario estaba ya muy apretado tras la gira de hierba, y que se vio obligado a competir para no perder puntos y no ver su ranking perjudicado.

Fritz, que será el cabeza de serie número 2 en Canadá ante tantas ausencias, dejó claro que la normativa no ayuda ni al espectáculo ni a los propios jugadores. “Voy a ser sincero, no creo que sea la mejor norma”, afirmó tajante, dejando en evidencia el malestar creciente en el circuito.

Un calendario insostenible

Para el tenista californiano, el problema va más allá de una simple decisión personal. Está convencido de que el sistema actual fuerza a muchos a tomar decisiones pensando más en las reglas que en su salud o preparación. “Esta es una época difícil del año porque no hay ninguna semana en la que tenga sentido tomarse un descanso”, lamentó.

Y entiende perfectamente que jugadores como Alcaraz o Sinner prioricen el US Open. “Muchos no quieren venir aquí, jugar Toronto, después Cincinnati y llegar agotados al US Open. Es cuestión de prioridades”, explicó Fritz, justificando que en su caso sí decide estar en Canadá porque es un torneo que le motiva como norteamericano, pero que comprende que para muchos europeos el esfuerzo sea excesivo.

El mensaje de Fritz no es solo una crítica aislada. Es un aviso. La nueva norma, lejos de incentivar el espectáculo, parece estar vaciando los cuadros y haciendo que las grandes figuras dosifiquen sus apariciones. En un circuito donde la salud física y mental está cada vez más en el centro del debate, voces como la del número 4 del mundo podrían marcar el camino hacia un nuevo modelo… o provocar una tormenta aún mayor.