Paolini apuesta por su compañera como entrenadora
Jasmine Paolini sigue buscando un nuevo enfoque para su tenis y por ello va a apostar con Sara Errani, su compañera de dobles junto a la que fue campeona olímpica, como nuevo miembro de su equipo técnico

El tenis femenino mundial ha tenido muchas irrupciones en los últimos años, pero pocas con el peso de Jasmine Paolini, quien tras años en la zona media la WTA, de repente comenzó a llegar a finales de Grand Slam y se integró entre las mejores. De hecho ahora mismo es la 8ª jugadora del planeta y va a tratar de mejorar en 2026, algo para lo que ha anunciado un gran cambio y es que va a ser entrenada, en parte, por su compañera en dobles, Sara Errani, junto a quien fue campeona olímpica en París.
En la televisión italiana Paolini ha confesado que Errani formará parte de su equipo la próxima temporada, pero no será la única pieza del puzzle. “Habrá dos personas a mi lado: Danilo Pizzorno será mi entrenador y Sara se encargará de las cuestiones tácticas, ya que en este ámbito está a otro nivel". Paolini se separó en marzo de Renzo Furlan, su entrenador durante diez años, y poco después hizo lo propio con Marc López, con quien no se acabó de entender, pero ahora con la veterana de 38 años tendrá a alguien a quien ya sabe conoce muy bien tras mucho tiempo jugando -y ganando- juntas.

Seguir en el dobles
Además de sumarse al equipo de Paolini como parte de él, Errani va a seguir siendo la compañera de Paolini en dobles, buscando aumentar así el brutal palmarés que ya tiene en todos estos años. Y es que la de Bolonia ha ganado a lo largo de su vida seis grandes y de hecho, es una de las pocas jugadoras que ha completado el Golden Slam de carrera en dobles, lo que cerró en París en 2024. Sus grandes momentos antes de la actual Paolini llegaron junto a Roberta Vinci.
Una aventura en el pádel
Sara Errani ha sido durante años una jugadora de mucho peso en la WTA, llegando a ser la número 5 del mundo en 2013 y con resultados destacados como la final de Roland Garros en 2012, no obstante, se retiró el pasado año precisamente en París, y aunque va a seguir jugando el dobles con su ahora pupila Paolini, ha tenido otras aventuras. Y es que la veterana transalpina es una ávida jugadora de pádel, como demostró el año pasado en el P1 de Roma de Premier Pádel, cuando recibió una invitación y dio muy buena imagen, pese a terminar perdiendo. No es nada descartable que lo vuelva a intentar, como ella misma confesó.