El primer rival de Jannik Sinner en su regreso

Tres meses, ese el tiempo de sanción que recibió Jannik Sinner por su positivo en clostebol hace ya más de un año y que le ha hecho perderse gran parte de esta temporada. Aunque está cerca su regreso, aún no está aquí, puesto que no será hasta dentro de tres semanas, en 'su' torneo, el Masters 1000 de Roma, donde pueda volver a saltar a la pista para disputar un partido profesional. No obstante, a su favor tiene que en su ausencia nadie ha ganado muchos partidos, por lo que sigue siendo el mejor del año gracias a su triunfo en el Open de Australia. Pero el pasado no es garantía de nada y va a tener que aplicarse a fondo de cara a su gran objetivo, Roland Garros.

Antes de París, además de en Roma, va a estar en Hamburgo, donde se ha apuntado para tratar de coger la forma lo más rápido posible. Y antes de eso tiene que volver a entrenar, algo que tenía prohibido, al menos en clubes oficiales, hasta hoy, cuando se le levanta el veto. Para comenzar ha optado por hacerlo en su casa, Montecarlo, donde vive, y a la vez el lugar donde hace unos días Carlos Alcaraz se coronó en el Masters 1000 monegasco.

En el Country Club del Principado va a saltar a la pista junto a un rival muy especial, su compañero de selección Matteo Berrettini, un rival del más alto nivel que le va a servir de sparring para probarse y ver cuál es su estado de forma tras tanto tiempo parado. El romano es un buen test, como demostró la semana pasada cuando ganó a Alexander Zverev en la misma pista, aunque finalmente acabó perdiendo contra su compatriota Lorenzo Musetti, posterior finalista.

La tierra, cuenta pendiente de Jannik Sinner

Esta temporada de tierra es una gran oportunidad para Jannik Sinner, puesto que va a volver con muchísima hambre tras tanto tiempo parado y tiene una oportunidad de oro para hundir definitivamente a Carlos Alcaraz en su superficie fetiche, algo para lo que tiene que coger muy rápido el ritmo y mejorar lo que ha hecho los últimos años. Su fuerte es la pista rápida y aunque cada vez es mejor en ella, siempre le ha costado el paso a la arcilla, siendo una clara muestra de ello el curso pasado, cuando en Montecarlo sufrió su segunda derrota del año y más tarde, en París, Alcaraz le ganó en un agónico partido de semifinales decidido en cinco sets.