El punto de inflexión que salvó a Carlos Alcaraz

Tocar fondo es una expresión que muchas veces se usa a la ligera y que significa haber pasado por un momento muy duro que lleva a que no se pueda más, y aunque es complicado aplicarla al mundo del deporte, en el caso de Carlos Alcaraz y su temporada 2025 es bastante claro. El jugador murciano lo ha pasado sumamente mal, con derrotas inesperadas y algunas victorias reseñables, pero muchas menos de las que esperaba teniendo en cuenta las expectativas que tenía este curso. Sin embargo, desde que se llevó el gran golpe de caer en su estreno en el Masters 1000 de Miami, ha dado un paso al frente y ya es de nuevo la estrella de siempre.

Tras ganar el Masters 1000 de Montecarlo, su primer gran torneo del año, ha vuelto el Alcaraz sonriente y capaz de todo, ese que aún sin jugar su mejor tenis consigue ganar partidos dejando golpes para el recuerdo. Como en su estreno en el Conde de Godó, donde superó a Ethan Quinn. Y en el marco del evento barcelonés ha confesado a Marca que después de Miami Gardens, donde David Goffin le arrasó en su estreno, tocó fondo, pero se ha rehecho.

Tras ese varapalo decidió tomarse una pausa, y aunque llegó a pensar en tomar decisiones drásticas, fue más conservador y con unos días libres encontró el equilibrio que necesitaba. "Me vinieron muchos pensamientos a la cabeza y una de las mejores cosas que hice fue tomarme varios días de descanso y darme la oportunidad de pensar con claridad y ver las cosas con perspectiva y, a partir de ahí, decidir". Y con ese ajuste le volvieron las ganas de jugar y afrontar con otra cara ña gira de tierra, donde ha comenzado a lo grande.

La sombra de Sinner, un gran peso

Este inicio de año ha estado marcado también por la sanción de tres meses a Jannik Sinner, la cuál le generó una presión muy grande, porque se vio inmerso en una carrera contrarreloj para recortarle puntos en el ranking ATP, algo que a la larga fue contraproducente y casi le cuesta la salud mental. En cada rueda de prensa le sacaban el tema y aunque trataba de evitarlo, al final le afectaba y terminaba pagándolo en pista, impidiéndole desconectar, sin embargo, el gran cambio a mejor que ha tenido es dejar de enfocarse en ello y valorar lo importante, que es el dÍa a día. "Emocionalmente o indirectamente me afectaba el querer hacer buenos resultados para llegar ahí".