Quiso homenajear al fallecido Diogo Jota y Wimbledon no le dejó
El tenista portugués Nuno Borges intentó entrar a la pista con la camiseta de la selección lusa, pero el torneo se lo prohibió y solo aceptó un crespón negro

La conmoción por el fallecimiento de Diogo Jota y su hermano André Silva ha calado hondo en el deporte portugués, y también en Wimbledon. Allí, el tenista luso Nuno Borges quiso rendir un homenaje especial al futbolista luciendo una camiseta de la selección portuguesa con el dorsal de Jota en su partido de tercera ronda. Sin embargo, la organización del torneo no lo permitió, apelando a su histórico y estricto código de vestimenta, el cual sigue infranqueable con el paso de los años.
En su lugar, solo se le autorizó llevar un crespón negro, un gesto simbólico que lució en la gorra durante su enfrentamiento contra Karen Khachanov. Borges lo explicó tras el partido: “Sé que Wimbledon no es muy flexible con la ropa, pero me dijeron que podía hacer algo para homenajear a Jota, así que creo que fue un buen gesto”.
Wimbledon mantiene la norma, pero cede un mínimo
Desde 1877, Wimbledon obliga a todos los jugadores a vestir completamente de blanco, sin excepciones. No se permiten colores visibles ni logos que no estén estrictamente aprobados por el reglamento del torneo. Pese a la voluntad de Borges de lucir la camiseta de Portugal como forma de tributo, la organización rechazó su petición. Eso sí, aceptó como excepción el crespón negro, en un gesto que rompió levemente la tradición centenaria.
Además de Borges, su compatriota Francisco Cabral, especialista en dobles, también quiso rendir homenaje a Jota. Lo hizo portando el mismo crespón negro en la manga izquierda de su camiseta. Cabral reconoció no haber conocido personalmente al futbolista, pero aseguró que su muerte ha causado un fuerte impacto en todo el país: “Era un gran ejemplo para todos, muy inspirador. Sentí que debía hacer algo por él”.
Ambos jugadores han recibido el respaldo del público portugués y de muchos seguidores del tenis que han valorado su gesto, aún con las limitaciones impuestas por el torneo.
Tradición frente a emoción
La decisión de Wimbledon ha abierto un debate entre el respeto a la tradición y la necesidad de permitir gestos humanos excepcionales. Aunque el torneo permitió el crespón negro, muchos se preguntan si, ante una tragedia de tal magnitud, se debería haber dado más libertad a los jugadores para expresar su duelo.
Lo cierto es que Borges no pudo rendir el homenaje que quería, pero su intento y su gesto final han sido suficientes para recordar a Diogo Jota sobre el césped londinense.