Sinner le da a Carlos Alcaraz de su propia medicina y se corona en Wimbledon

El italiano se tomó la revancha de Roland Garros e incluso le remontó al español el primer set que ganó. Supo calmar sus nervios de la primera manga, le subió el ritmo del partido y se mostró infalible con su servicio

Sinner le da a Carlos Alcaraz de su propia medicina y se corona en Wimbledon
Sinner, campeón de Wimbledon 2025. - @Wimbledon

Siempre hay una primera vez y Carlos Alcaraz ya sabe lo que es perder una final de Grand Slam. Hasta la de hoy, había firmado un pleno de cinco ganadas en tantas otras disputadas. Pero a la sexta fue la perdida. Y eso que comenzó con muy buen pie, muy seguro y ganando la primera manga, donde también tuvo que remontar con los dos únicos breaks que consiguió durante el partido.

Sinner, por su parte, sacó el robot que lleva dentro para calmar sus nervios, remontar el partido y darle al murciano de su propia medicina. El italiano ha conseguido coronarse por primera vez en la Catedral del tenis tras cuatro sets igualadísimos que acabaron así: 4-6, 6-4, 6-4 y 6-4.

Y es que, aunque ganó el primer parcial, Alcaraz nunca pudo dominar el encuentro. Era el italiano el que dirigía desde el fondo, como a él le gusta, de lado a lado, con una colocación milimétrica, con precisión de cirujano. Era el partido que se había imaginado en su cabeza, el que había dibujado junto a Darren Cahill para vengar lo ocurrido en París.

Sinner demostró que a los grandes, las experiencias como la de París solo les hacen mejorar, que no se estancan. Todo lo contrario. Porque lo normal, después de perder un primer set en el que iba 4-2 arriba y en el que el español se llevó cuatro juegos seguidos, era venirse abajo y volver a ver los fantasmas.

En el segundo y tercer set, desplegó el mejor tenis de su carrera en hierba, con un saque impoluto, ganando más de un 70 % de puntos con primer saque y permitiendo en los segundos sets solo un punto de 'break'. Salvado, claro, como la mayoría de llamadas de emergencia que recibió el italiano, como esas dos pelotas de rotura que llegaron con 4-3 en contra en el tercero, cuando la pista central se creyó que otra remontada inverosímil era posible.

Sinner, con nervio en su raqueta, salvó el 15-40 con un segundo saque a la línea y el segundo lo entregó Alcaraz con un mal golpe. Cuando más miedo tuvo Sinner, cuando más hacía faltaba ponerle presión, el murciano no pudo. Hoy no era el día, hoy era el día de Sinner.

Es el primer italiano en ganar Wimbledon, el primero en derrocar a Alcaraz en una final de Grand Slam y el mejor del momento, en hierba, la última superficie que le quedaba por domar. Ya tiene cuatro Grand Slams y ha ganado en Australia, Nueva York y Londres. Solo le falta Roland Garros, donde estuvo a un punto de coronarse.