Swiatek supera su último trauma y Anisimova 'culpa' a su madre
La polaca tenía una espinita clavada en Londres y la estadounidense, en un mar de lágrimas, no pudo evitar acordarse de su familia

Lo logrado hoy por Iga Swiatek en Londres va más allá de ganar un Grand Slam. La tenista polaca, con su sonrojante victoria sobre Amanda Anisimova, le ha dicho adiós a todos sus problemas que hicieron tambalear su carrera a finales de 2024 y a todas las críticas que ha tenido que soportar en 2025 por su comparación con Sinner tras la sanción por dopaje asumida por el italiano.
Ya tenía cinco 'Majors' en sus vitrinas, pero ninguno en hierba. Y el de Wimbledon era su espinita clavada en su exitosa carrera. Así lo ha reconocido. Tenía un cierto trauma cuando le tocaba jugar allí cada año. Y, hoy, ha hecho realidad su sueño y de qué manera. Con dos roscos y protagonizando la segunda final más corta en dicho certamen. Concretamente, le duró 57 minutos su rival norteamericana en el partido.
Y tras ello, así de radiante se mostraba a pie de pista: "Es algo irreal. Lo primero, quiero felicitar a Amanda por las dos semanas increíbles que ha hecho. No importa lo que haya pasado hoy, tienes que estar muy orgullosa de tu trabajo. Seguro que vamos a jugar más finales juntas aquí".
Recibió el plato de Venus de campeona de las manos de Kate Middleton, duquesa de Cambridge, y confesó que llegó este año sin mucha fe en sí misma: "Ni siquiera soñé con esto. Para mí esto estaba muy lejos. Siento que aún soy una jugadora experimentado, pese a ganar otros Grand Slams, pero nunca esperaba esto. Mi equipo creyó en mí más de lo que creo yo. No hay ningún torneo como este. Siempre estaba ansiosa aquí, porque caminar por estos pasillos era una gran presión, pero he disfrutado mucho. He mejorado mi juego y ahora me siento muy cómoda".
Mientras tanto, su víctima, Amanda Anisimova vivió la otra cara de la moneda. La más dura que se puede vivir en una final de tenis, la de no conseguir ni siquiera un juego en todo el partido. Y, obviamente, se derrumbó tras el partido. Lo quiso hacer en silencio, pero cuando recibió semejante ovación del público londinenses, se vino abajo: "Eres una jugadora increíble, Iga. Obviamente lo has demostrado, hoy, eres una inspiración para mí. Has tenido dos semanas increíbles, ganando tu primer Wimbledon. Es muy especial. Enhorabuena a ti y a tu equipo".
Y entre sofocón y sofocón con micrófono en mano, la norteamericana quiso señalar a su madre de forma especial: "Gracias a todos los que me han apoyado desde mi primer partido aquí. Me habéis ayudado mucho. Han sido dos grandes semanas, aunque me he quedado sin gasolina, ojalá haber jugado un partido mejor. Quisiera darte las gracias a ti mamá, porque gracias a ti estoy aquí". Y acto seguido, volvió a sonar otra ovación y a su madre se le cayeron un par de lágrimas también bajo sus gafas de sol.

Un día de emociones enfrentadas en Wimbledon pero que, con el paso del tiempo, caminarán de la mano de dos tenistas que se alegrarán de haber coincidido en dicha final. Y a Anisimova siempre le quedará el recuerdo de haberse cargado a la número uno del mundo, Aryna Sabalenka, en las semifinales.