Raducanu se transforma en otra
La tenista británica ha comenzado con fuerza su gira sobre pista dura, mientras llega ese ansiado US Open, donde competirá también junto a Carlos Alcaraz en el dobles mixto

Emma Raducanu ha pasado ya a ser una tenista muy popular en España. Muchos la desconocían, hasta que comenzaron a saltar los rumores sobre su posible relación con Carlos Alcaraz. Sin embargo, la tenista británica ya tiene en sus vitrinas un Grand Slam, precisamente el próximo que se disputará, el US Open. Lo consiguió en 2021, logrando hacer historia en el mismo al ser la primera que lo consigue accediendo desde la fase previa y ganarlo sin perder ni un solo set.
Aquello fue cuando tenía tan sólo 18 años. Su momento culmen llegó muy pronto y luego le llegó un bajón. Pero, ahora, a sus 22 años, pretende volver a recuperar su trono. Y, de momento, ha comenzado con fuerza su gira sobre pista dura.
Mientras llega el último 'Major' de la temporada, donde además participará junto a Carlos Alcaraz en el dobles mixto, alimentando así dicha rumorología, Raducanu ya ha demostrado que está recuperando su mejor nivel. Lo hizo en el WTA Washington, donde llegó a las semifinales, y ahora en Montreal, donde ya ha vencido a Gabriela Ruse y Peyton Stearns.
Su siguiente rival para intentar conseguir un billete para los octavos de final es la siempre exigente Amanda Anisimova, pero Emma tiene claro cuál es su nueva meta. O, al menos, eso ha dejado claro en su última entrevista, en Tennis.com: "Estoy muy contenta con mi evolución, con cómo estoy progresando. Mi objetivo ya no se centra tanto en los resultados, sino en disfrutar cada día e intentar acumular tantos días buenos como sea posible, sin dejar que se cuelen los malos, o si tengo una mala sesión matutina, intentar recuperarme enseguida".
Y en este mismo sentido, especifica cómo ha cambiado de mentalidad. Se siente otra: "Creo que cuando me veo ahora, me gusta mucho cómo me veo en la pista. Me refiero a la energía, y creo que me siento bastante animada. Creo que es más bien que parezco más serena en la pista. Creo que es el resultado del trabajo que hago entre bastidores y que quizá la gente no ve. Me encanta eso, me encanta acumularlo, hacer todo en la sombra. Me siento bastante tranquila, porque sé que, independientemente del resultado, estoy haciendo lo correcto, y estoy acumulando muchos días buenos seguidos e intentando mantener la racha. Está funcionando muy bien. Me quita un poco de presión respecto al resultado inmediato de los partidos".
Por último y respecto a los altibajos sufridos en su carrera desde que comenzó, confirma haber aprendido la lección: "Los resultados son tan efímeros. Aunque ganes el US Open, solo eres grande durante unos días, y luego vuelves directamente al trabajo".