Sinner resucita ante Zverev para reinar en Viena
Jannik Sinner ha demostrado saber sufrir para ganar a Alexander Zverev en el ATP 500 de Viena, demostrando que cuando no está Carlos Alcaraz, es el mejor del mundo

Tener al segundo y al tercer mejor jugador de cualquier deporte enfrentándose es un acontecimiento en sí mismo. Y en el tenis tenemos la suerte de que puede pasar casi cualquier semana, como por ejemplo en el ATP 500 de Viena, un acontecimiento a priori 'menor', pero que tras una semana de gran nivel, Jannik Sinner y Alexander Zverev han disputado una final de kilates. Y las altas expectativas que había en torno al duelo, se han cumplido. Los dos han jugado a un nivel brutal, pero al final la lógica ha triunfado, con el italiano levantando un nuevo trofeo, eso sí, tras remontar.
Y es que Zverev sorprendió y mucho el primer set, en el que se mostró muy sólido, pues a pesar de que en su primer saque sufrió para salvar el juego tras neutralizar una primera bola de rotura de su contrincante, después golpeó primero al romperle el saque a Sinner y ponerse con 3-1, una ventaja que conservó hasta el final de la manga gracias a su saque y a la resistencia que mostró ante el juego del número dos del mundo. Con pocos errores, muchos aciertos y neutralizando los ataques del de San Cándido, que no era capaz de tumbar el muro hamburgués.

Un león herido que vuelve a rugir
Pero tras verse contra las cuerdas, Sinner pasó al ataque y empezó a acumular golpes ganadores y a cambiar la dinámica del partido. Esta mejora en el juego le permitió robar el saque a su rival y ponerse con 2-0 de inicio en este segundo parcial, una renta que mantuvo hasta consumar el empate a un set. Mientras que en el definitivo, la balanza se equilibró y los dos jugadores sacaron su mejor repertorio para hacer méritos por el triunfo, que en el caso del alemán hubiera sido el segundo de la temporada y para el transalpino era confirmar su superioridad salvo cuando se enfrenta a Carlos Alcaraz.
En esta tercera manga, con 2-2, el alemán se vio en apuros, pero salvó dos bolas de rotura para ponerse por delante en un momento en el que Sinner empezó a mostrar molestias en el muslo izquierdo, después de que en el Masters 1000 de Shanghái disputado a mediados de octubre tuviera que retirarse con calambres. Pero cuando su estado físico parecía complicarle su rendimiento, el italiano se sobrepuso y dio el golpe definitivo al romper el saque a Zverev y poner el 7-5 gracias a un revés paralelo sobresaliente con el que cerró el partido y ahora llega al Masters 1000 de París crecido.