Alvaro Arenillas3 min lecturaViviendo ya de lleno la recta final de la temporada 2023-24, el Valencia Basket ha decidido prescindir de los servicios de Álex Mumbrú, una decisión que llegó tras la derrota sufrida el jueves ante el ASVEL que deja al equipo valenciano sin apenas opciones de clasificarse para el play-in de la Euroliga.
Lo cierto es que fue una derrota muy dolorosa y que fue castigada por la afición valenciana con una fuerte bronca. Acabado el choque, se celebró una 'cumbre' en el parquet de la Fonteta entre el máximo accionista del club, Juan Roig, el director general, Enric Carbonell, y el director deportivo, Luis Arbalejo, en la que analizaron la complicada situación.
Pese a que los ánimos estaban crispados, la realidad es que Mumbrú no se veía del todo fuera; es más, al abandonar el pabellón pensaba que podría dirigir al equipo el domingo. No ha sido así. El técnico no ha podido superar esta crisis y se le ha comunicado su cese durante este viernes.
Con la Euroliga prácticamente imposible y metidos de lleno en la pelea por ser equipo de playoffs al finalizar la temporada regular, el club estudia ahora si incorpora a algún técnico para lo que resta de temporada o si la acaba alguno de la casa. En cuanto a esta última opción, suenan los asistentes de Mumbrú, Juan Maroto o Xavi Albert, o incluso el técnico del equipo vinculado de la LEB Plata Tomás Lamas.
Aunque sea ahora cuando dice adiós, a nadie escapa de Mumbrú llevaba mucho tiempo en el alambre. Ya el año pasado fue criticado en bastantes momentos y en éste su situación no ha mejorado por el irregular desempeño del equipo. Pese a ello, había ido sobreviviendo hasta que todo se ha terminado por venir abajo al caer contra el conjunto francés de manera estrepitosa.
Mumbrú llegó al Valencia Basket en el verano de 2022 con un contrato de tres temporadas y con la complicada misión de compaginar la ACB con la Euroliga. Tras no conseguir los resultados deseados la pasada campaña, el club le mantuvo la confianza aunque destituyó a Chechu Mulero como director deportivo, firmó a Arbalejo por cinco años y confeccionó una plantilla al gusto del técnico.
Tras un buen inicio de campaña, el equipo entró en un periodo de irregularidad al no ser capaz de consolidar su defensa y verse afectado por la dureza del calendario y las lesiones, que se ha agudizado desde la disputa de la Copa el Rey y que ha acabado con la marcha de Mumbrú.