Otro desastre del Real Madrid
El Real Madrid ha vuelto a sufrir una dura derrota en la Euroliga, esta vez ante el Fenerbahce, y está ante un serio problema pues puede acabar fuera de los puestos de play-in y complicarse mucho la vida en una competición que ha dominado en los últimos años

En las últimas semanas parecía que el Real Madrid de baloncesto había salido del pozo en el que ha pasado gran parte de la temporada, sin embargo, esta semana doble de Euroliga ha sido un auténtico calvario para los de Chus Mateo, que no han sido capaces de conseguir una sola victoria en dos partidos. Lo que tras caer ante el Fenerbahce se complica aún más la situación clasificatoria que viven, además de encender las alarmas en la casa blanca, donde pese a los fichajes, nada termina de salir y ya son tres las derrotas seguidas en la máxima competición europea, aún pese a tener el liderato de la ACB.
De Estambul vuelven los blancos con una nueva derrota ante el Fenerbahçe por 78-67, la tercera consecutiva en la Euroliga, y dormirá fuera de los puestos de play-in si el Armani Milán gana esta noche en la pista del Zalgiris. Sin Dzanan Musa y Mario Hezonja, el Real Madrid naufragó en ataque. Su inicio fue catastrófico, al punto que tardó cinco minutos en meter su primera canasta y, en apenas cuatro minutos, ya llevaba cinco pérdidas.
Pese a ello, evitó que el Fenerbahçe se distanciase en el marcador gracias a su buen trabajo defensivo y al desacierto de los jugadores exteriores de Jasikevicius, hasta que el estadounidense Errick McCollum entró en escena y fue una tortura durante todo el partido. Ocho puntos suyos permitieron al equipo turco pegar el primer estirón en el marcador, aunque el Real Madrid, liderado por Campazzo y Dennis Smith Jr., reaccionó con un parcial 3-10 que le dio su primera ventaja.
Un final dramático
La igualdad se mantuvo hasta que los blancos colapsaron en los últimos dos minutos del primer tiempo. Un parcial 12-0 empequeñeció al campeón español, incapaz de mejorar su porcentaje desde la línea de tres puntos (2/14 al descanso) y de adaptarse al físico en la pintura del Fenerbahçe, que supo aprovecharse de la presencia de Hugo González bajo poste para castigarlo.
Chus Mateo movió ficha en el descanso. Metió en pista a Sergio Llull, que no había tenido minutos en los dos primeros cuartos. Y con el capitán en pista, el Real Madrid mejoró en ataque: once puntos en menos de tres minutos, seis consecutivos de Llull. Esa mejoría vino acompañada de una mayor intensidad en defensa y la desventaja se redujo a cinco puntos, pero fue un espejismo. Porque aunque el equipo español centró su ataque en Tavares para castigar a la defensa turca, no funcionó.
El equipo de Jasikevicius respondió a base de triples. Dos de Hayes-Davis y otro de Guduric sentenciaron prácticamente el encuentro. La renta turca alcanzó los 15 puntos y el técnico blanco se vio obligado a parar nuevamente el choque, pero no hubo reacción de los suyos que vieron escapar una nueva victoria. Y con el duelo sentenciado, el técnico del Fenerbahçe hizo debutar al pívot angoleño Jilson Bango, exjugador del Casademont Zaragoza.