La batalla que perdieron unos podría ser vengada por otros
Quien dice que los puntos que se dirimen en un derbi valen lo mismo que los de cualquier otro encuentro está en lo cierto, pero quien asegura que un derbi es un partido más está faltando a la verdad. Valga como ejemplo lo sucedido tras el duelo cainita de la primera vuelta, en el que el Betis cayó con estrépito en el Sánchez Pizjuán por 5-1. El resultado no tuvo consecuencias negativas para el colectivo, es más, sirvió como acicate para remontar el vuelo contra el Real Madrid, pero sí se cobró algunas víctimas individuales.
Sin ir más lejos, en el primer entrenamiento posterior al derbi Jonathan Pereira se encaró con un aficionado y Pepe Mel garantizó que tendría lo suyo. Dicho y hecho, pues el gallego, que fue el primer relevo en el feudo nervionense, no volvió a enfundarse la camiseta verdiblanca. Tampoco lo hizo Nélson, que tuvo una actuación realmente desafortunada, desapareció de las convocatorias de la noche a la mañana y se marchó al Palermo en enero.
Otros jugadores que fueron titulares aquel día también han sido ´degradados´ desde entonces a esta parte, aunque por motivos totalmente diferentes. Pozuelo firmó su sentencia de ostracismo el día que denunció al club, mientras que Paulao perdió su estatus de indiscutible tras la goleada en Nervión. Asimismo, Álex Martínez, que jugó el derbi con molestias, terminó cayendo lesionado poco después y aún no ha podido recuperar la titularidad.
Los damnificados dieron paso a otros futbolistas que habían tenido una participación testimonial en el arranque de campeonato y que ahora son piezas básicas en los esquemas de Mel. El caso más evidente es el de Amaya, que empezó como el quinto central de la plantilla y actualmente es el primero. Chica y Nacho también han sabido esperar su oportunidad para recuperar el puesto, y qué decir de Joel Campbell, que ha pasado de no ser citado al derbi de la primera vuelta a forzar la quinta amarilla para estar en éste. No en vano, el costarricense será una de las grandes bazas de los verdiblanco para destrozar el entramado defensivo del Sevilla junto al perenne Rubén Castro y el emergente Dorlan Pabón, el fichaje invernal más rentable de cuantos se han realizado en Primera división.
Por todo ello, el Betis que saltará al campo el viernes será muy diferente del que pisó el césped del Sánchez Pizjuán el 18 de noviembre, por lo que la venganza no correría a cargo de los mismos exactamente. Por cambiar ha cambiado hasta el sistema, ya que Pepe Mel dejará el 4-3-3 y apostará por un 4-4-2 con bandas abiertas.
Sin ir más lejos, en el primer entrenamiento posterior al derbi Jonathan Pereira se encaró con un aficionado y Pepe Mel garantizó que tendría lo suyo. Dicho y hecho, pues el gallego, que fue el primer relevo en el feudo nervionense, no volvió a enfundarse la camiseta verdiblanca. Tampoco lo hizo Nélson, que tuvo una actuación realmente desafortunada, desapareció de las convocatorias de la noche a la mañana y se marchó al Palermo en enero.
Otros jugadores que fueron titulares aquel día también han sido ´degradados´ desde entonces a esta parte, aunque por motivos totalmente diferentes. Pozuelo firmó su sentencia de ostracismo el día que denunció al club, mientras que Paulao perdió su estatus de indiscutible tras la goleada en Nervión. Asimismo, Álex Martínez, que jugó el derbi con molestias, terminó cayendo lesionado poco después y aún no ha podido recuperar la titularidad.
Los damnificados dieron paso a otros futbolistas que habían tenido una participación testimonial en el arranque de campeonato y que ahora son piezas básicas en los esquemas de Mel. El caso más evidente es el de Amaya, que empezó como el quinto central de la plantilla y actualmente es el primero. Chica y Nacho también han sabido esperar su oportunidad para recuperar el puesto, y qué decir de Joel Campbell, que ha pasado de no ser citado al derbi de la primera vuelta a forzar la quinta amarilla para estar en éste. No en vano, el costarricense será una de las grandes bazas de los verdiblanco para destrozar el entramado defensivo del Sevilla junto al perenne Rubén Castro y el emergente Dorlan Pabón, el fichaje invernal más rentable de cuantos se han realizado en Primera división.
Por todo ello, el Betis que saltará al campo el viernes será muy diferente del que pisó el césped del Sánchez Pizjuán el 18 de noviembre, por lo que la venganza no correría a cargo de los mismos exactamente. Por cambiar ha cambiado hasta el sistema, ya que Pepe Mel dejará el 4-3-3 y apostará por un 4-4-2 con bandas abiertas.