Real Sociedad 3-1 Betis: Siente en su piel el calor de las llamas

Real Sociedad 3-1 Betis: Siente en su piel el calor de las llamas
La Real celebra el momentáneo 1-1, ante la desolación bética. - Aitor Torvisco
Aitor TorviscoAitor Torvisco 10 min lectura
Esto pinta mal, muy mal. El Betis siente ya en sus carnes el calor de las llamas que emanan de los puestos de descenso y que amenzan con abrasar a Rubi en un próximo mes cargado de partidos y con un final en alto antes del nuevo parón: un derbi en el Benito Villamarín al que habrá que ver si el técnico llega o no. Su equipo, lejos de remontar el vuelo, ha tocado fondo. Sigue sin ganar fuera de casa (un empate y tres contundentes derrotas), sólo ha sumado un punto de los últimos nueve, es el más goleado de LaLiga (19) con 2,3 tantos en contra por partido y acabará la jornada 9 en la antepenúltima posición de la clasificación.

Y eso que el catalán buscaba el equilibrio bajo el aguacero que cayó en San Sebastián en la mañana de este domingo. Era obligatorio ganar por fin algo de solidez y de control, aunque lo tuviese que conseguir sin el mediocentro titular, el lesionado William Carvalho, y que para ello tuviese que reducir su producción ofensiva. Para suplir al luso, Rubi apostó por un doble pivote mixto, con Javi García encargándose de la resta. Recuperar, ofrecerse de apoyo, dar pocos toques y buscar a Canales, encargado de elaborar, conducir y 'sobar' la bola, era su misión; mientras que el desborde, la aceleración y el último pase eran cometidos de Joaquín y Fekir, con el capitán pegado a la derecha y con el galo más liberado y ocupando zonas interiores, dando forma a un 1-4-4-2 asimétrico rematado por la dupla Loren-Borja y con el carril izquierdo libre para las arrancadas de Álex Moreno, mucho más tímido como lateral y sobrecargado de trabajo ante los hiperactivos Portu y Zaldua.

Había expectación por ver qué decisión tomaba el entrenador heliopolitano, pero más allá del nombre y la colocación de las piezas, llamó la atención el posicionamiento táctico del equipo, que esperaba mucho más atrás que en citas anteriores, en lo que parecía una lección aprendida tras haber encajado el primer gol en seis de los ocho encuentros previos. Era un mecanismo de defensa ante la previsible salida en tromba de la Real Sociedad. Los locales, efectivamente, apretaron desde el inicio, moviendo el balón con mucho criterio e imponiendo un ritmo de juego muy alto. Un centro lateral desde la derecha desviado a córner por Mandi y un disparo lejano de Zaldua que se fue alto por muy poco sirvieron de avisos.

El Betis acostumbraba a acumular llegadas de peligro, acariciar el gol y encajarlo cuando más cerca parecía de marcar. Esta vez, invirtió el guion de lo que iba de Liga y, en la primera ocasión clara, encontró el 0-1 ante una Real muy bien plantada. Corría el minuto 12 cuando Joaquín y Barragán conectaron con una pared. El lateral se internó y la puso al primer palo donde Loren, 'sin querer queriendo', metió la pierna y la desvió lo justo para que Remiro y Zaldua no pudiesen impedir el séptimo gol del marbellí, que a diferencia del resto de sus compañeros sigue tocado por una varita mágica.

Tras el gol, que necesitó la confirmación del VAR para comprobar que no había fuera de juego, el conjunto verde volvió a ceder la iniciativa a la Real. Juntó (por fin) las líneas a la hora de defender y dio muestras de tener claras las ideas en la elaboración: ser muy vertical y muy rápido en el despliegue. Eso sí, no todo podía ser idílico. Tiene que sufrir o no sería el Betis. Rubi había corregido muchas cosas con respecto a lo que va de curso, pero entre ellas no está la defensa de los centros laterales, un hándicap que el equipo arrastra desde hace varios años y que supuso el principio del fin en Anoeta.

En el 23', Fekir cometió una falta lateral muy 'light' por un presunto manotazo a Oyarzabal -una caricia, a lo sumo-. Odegaard la puso al área, Monreal recogió el primer rechace y soltó un centro-chut que dio en la puntera de Javi García antes de entrar en su propia portería, con Mikel Merino preparado para empujarla a placer. Y, en el 36', en su enésima subida, Zaldua colgó un centro tenso a media altura y Willian José la empaló para fusilar a Joel con una plástica volea a bote pronto. La alegría le duró muy poco.

Aún pudo ser peor, porque en un fallo de concentración, la Real tiró de pillería. Oyarzabal sacó rápido de banda y dejó a Portu solo ante Joel, al que superó con su disparo. Suerte que Álex Moreno, el único de los cuatro defensores béticos que estaba en su sitio, se lanzó para evitar el gol sobre la misma línea.

El Betis sólo había empezado ganando en el Camp Nou, en una narración de los hechos muy similar a la este domingo, y acabó perdiendo por 5-2. De Villarreal se llevó otros cinco tras lograr empatar y el partido en Donostia recordó bastante a las mencionadas derrotas. Se fue al descanso con el marcador en contra una vez más y nunca regresó. Y eso que Fekir tuvo el empate en sus botas, tras apoyarse en Canales, que se la devolvió de tacón. Remiro se estiró bien y sacó una férrea mano para detener el disparo del galo.

La reanudación no ofreció la ya habitual imagen de un Betis dolido en su orgullo que cierra el puño y aprieta los dientes para cambiar su suerte. Más bien todo lo contrario, de vestuarios salió un conjunto aturdido que concedió muchas llegadas en los primeros minutos y que, para colmo, iba a perder a una pieza importante por lesión. Álex Moreno, discreto en Anoeta pero de lo mejorcito del equipo en este arranque liguero, se echó al suelo aquejado de unas molestias físicas que le obligaron a pedir el cambio y a dejar su sitio a Pedraza.

El cordobés fue uno de los impasibles espectadores que asistieron en primera fila al 3-1, una acción que nace de un regalo de Canales con un pase atrás fallido en su propio área, al que siguió una 'cucharita' de Odegaard que Oyarzabal bajó con el muslo y que Portu remató al primer bote; todo ello, sin la más mínima oposición de un Betis cabizbajo y totalmente rendido ante su tétrico devenir a falta aún de media hora.

Rubi buscó la reacción agotando los cambios con la entrada de Guardado y Tello por Canales y Borja Iglesias, pasando al 1-4-2-3-1. Queda claro que, si hay un delantero intocable a día de hoy, ése es Loren Morón. El 'Panda' pasó prácticamente inadvertido y volvió a marcharse un día más sin patear ni una sola pelota.

Joaquín, con una falta directa a la cruceta, y Tello, con un remate que dio en larguero, botó en la misma línea y volvió a pegar en el travesaño, estuvieron cerca de reconducir la situación; pero el partido estaba roto, los blanquiazules jugaban a su antojo y si no es por alguna que otra parada de Joel, el tanteo habría sido aún más vergonzoso. El próximo domingo, de nuevo a las 14:00, buscará escapar del fuego del averno, ante un Granada que buscará el liderato. El margen se agota. Y el incendio en el averno no es sofocable.

- Ficha técnica:

3- Real Sociedad: Remiro; Zaldua, Le Normand, Zubeldia, Monreal; Guevara (Sangalli, min. 68), Merino, Odegaard; Portu, Willian José (Isak, min. 75), Oyarzabal (Barrenetxea, min. 83).

1- Betis: Joel; Barragán, Mani, Bartra, Alex Moreno; Joaquín, Javi Garcia, Fekir, Canales (Guardado, min 65); Loren y Borja Iglesias (Tello, min. 65).

Árbitro: Soto Grado (La Rioja). Amonestó a Guevara, Zubeldia, Odegaard, Javi García y Joaquín.

Goles: 0-1 (12') Loren Morón; 1-1 (22') Javi García (p.p.); 2-1 (36') Willian José; 3-1 (57') Portu.

Incidencias: Un total de 28.032 espectadores en una tarde lluviosa que dejó el césped del Reale Arena muy rápido.
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