El Betis asume, con una sincera autocrítica, que sus aspiraciones europeas se están complicando sobremanera por culpa de
"fallos propios" que "cuestan puntos", como una
"falta de puntería" que le impide aprovechar las "muchas situaciones de gol claras" que genera en cada partido y los
"errores ingenuos" que comete en defensa, unido a las "desequilibrantes
decisiones del VAR".
El 2020 del Betis comenzó con un empate en Mendizorroza (1-1). Una acción que perdona
Fekir justo antes del descanso, cruzando en exceso un mano a mano con el portero tras un gran pase de Borja Iglesias, o el penalti que acto seguido falla
Joaquín hicieron que el equipo se fuera de Vitoria pensando en que habían
perdonado al Alavés; que marcó tras un enorme desajuste en el pasillo central y que perdió a Feddal, expulsado al tener que derribar a Lucas Pérez cuando se iba solo hacia
Joel, en una acción en la que el cuadro vasco sólo necesitó un patadón de su portero hacia ese mismo carril del medio.
Tras
golear a Portugalete y Real Sociedad -en el que probablemente fuese el mejor partido de la temporada- por sendos 3-0, la eliminación copera ante el
Rayo Vallecano, con dos clarísimas ocasiones perdonadas por
Tello y Aleñá en la prórroga, echó un
jarro de agua fría a las ilusiones del conjunto bético, que encajó dos goles muy evitables. El primero, en un córner que sobrevuela el área pequeña sin que
Dani Martín levante los pies del suelo para ser cabeceado en el segundo palo y, el segundo, en el penúltimo minuto del tiempo extra, tras un error en la salida y en el repliegue.
La situación se agravó en
Getafe (1-0), con un polémico penalti en contra sobre la bocina, después de que el VAR y el árbitro perdonasen otro del conjunto local, y en
Eibar, donde de nuevo
quedó señalado Tello, con un nuevo error en los últimos minutos en una ocasión clarísima, solo ante el portero. Eso sí, antes, el Betis había echado por tierra el golazo de Fekir con un
inocente penalti cometido por Edgar sobre Inui que fue transformado por Orellana.
Sin embargo, a pesar de la
franqueza con la que se pronunció el coordinador del área deportiva,
Alexis Trujillo, en los micrófonos de
Canal Sur Radio y aunque a todo los béticos se les vengan a la memoria clarísimas ocasiones falladas en los últimos encuentros, las estadísticas demuestran que lo que realmente tiene al Betis en esa
"situación de desventaja en la tabla clasificatoria" y a ocho puntos de la zona continental, tiene que ver mucho más con lo que concede atrás que con lo que perdona arriba.
De hecho, el Betis tiene unos
números ofensivos más que aceptables, hasta el punto de ser uno de los equipos con
mejor ataque en estático de toda la Primera división. Un 23,4 por ciento de sus jugadas a campo abierto finalizan con disparo, cifra que sólo iguala el Real Madrid y nadie supera. En este tipo de acciones han llegado
19 de los 30 goles ligueros del equipo de Rubi, que es el
séptimo más realizador del campeonato en este tipo de ataques. A esas 19, suma otras
siete dianas a balón parado (segundo mejor),
dos al contragolpe (tercero, empatado con varios) y
dos de penalti (decimoctavo).
En términos globales, el Betis tiene
mejor ratio goleador que el líder, el Real Madrid; pues necesita
8,8 disparos para marcar uno por los 8,9 de los merengues, y tiene números que como mínimo pueden ser tildado de consecuentes. El heliopolitano es el
sexto que más dispara (12,5 intentos por partido) y es el
séptimo en goles a favor (30); es el sexto más tira desde el área pequeña (7,3) y es el que mejor índice de acierto tiene (0,4 goles por choque desde ahí); es el séptimo que más chuta desde dentro de la zona de penalti y es décimo con mejor promedio (0,8 tantos) y es décimo que más prueba fortuna desde lejos (4,4) con el sexto mejor porcentaje (0,2 goles).
Los guarismos dibujan que lo que de verdad está lastrando a este Betis es su falta de capacidad para reflejar que suele tener el control de los encuentros. De hecho, es el
quinto con más posesión, promediando una media del 54,3 por ciento que sólo mejoran Real Sociedad (55,5%), Sevilla (55,7%), Real Madrid (56,8%) y el próximo rival verdiblanco, el Barcelona (líder destacado con 62,3%). Es decir, que
tiene el balón,
genera ocasiones y, a pesar de esos errores recientes, los números demuestran que
no tiene tan mala puntería como se está diciendo en los últimos días, incluso desde el seno de la propia entidad.
Así las cosas, puede concluirse que el principal problema de este Betis es que
tiene argumentos para controlar los encuentros y no lo hace. Es más de equilibrio. Dicho de otro modo, que sus rivales, con mucha menos posesión de balón,
le generan más peligro del que crea: es el
sexto que más tiros concede con 12,9 por jornadas (0,5 más de lo que tira) y el
tercero que más encaja de LaLiga (34), el séptimo al que más disparan desde dentro del área grande y el tercero más 'fusilado' desde la pequeña.
Todo eso sin contar que es
uno de los más castigados por el VAR, es el tercero con más penaltis en contra (8), el segundo que más penas máximas ha encajado (8/8), el segundo en amonestaciones (63) y el líder en expulsiones (5); a pesar de que es
uno de los más que más faltas reciben y de los que menos cometen. Una situación, que hará que la
afición proteste contra el estamento árbitral en el choque de este domingo frente al Barcelona.