ANÁLISIS

La Ocasión la pintan calva

La Ocasión la pintan calva
Lainez es uno de los secundarios que deberá ahora convertirse en principal. - Carlos del Barco
Los condicionantes físicos por el parón de dos meses, la compresión del calendario y los cinco cambios aprobados por la FIFA para los once partidos de Liga que quedan por jugar abrirán la puerta y le dará oportunidad a ese segundo escalón de jugadores que reclama minutos y que los tendrá en el nuevo e inédito escenario del fútbol tras el confinamiento por el coronavirus.

La diosa Ocasión se representaba a los mortales como una mujer desnuda, alada y sin más pelo que un mechón que le caía de la frente, de ahí el refrán y el consejo de don Quijote a Sancho de que "no hay que vacilar, sino tener decisión y diligencia para no perder las oportunidades que se presenten, pues no suelen aparecer dos veces": el escudero "tomaba la ocasión por la melena en esto de regalarse" cuando se le ofrecía.

El fútbol (Gabino Rodríguez, Rafael Gordillo o Butragueño en Cádiz -'nene calentá', le dijo Di Stéfano)-, como los toros (Pablo Aguado y su 'suceso' en La Maestranza o Espartaco y 'Facultades'), como todo en la vida, están plagados de casos de agarrar ese mechón de la oportunidad, de esa ocasión que se presenta que los elegidos aprovechan y los más de los mortales lamentan haber dejado pasar el resto de sus días.

Y en el Betis, como en los demás equipos, las circunstancias podrían ser propicias para que quien quiera, pueda y sepa, haga de la necesidad virtud. Los de Joan Francesc Ferrer 'Rubi' ya están en marcha con las ausencias de su portero titular Joel Robles, positivo por coronavirus aunque asintomático; el lateral Alfonso Pedraza y el punta Juanmi Jiménez, que dieron negativo en las pruebas PCR de la Covid-19 pero con anticuerpos del virus.

La baja momentánea del portero ha devuelto el protagonismo a su suplente, Dani Martín, en las primeras sesiones de entrenamiento de los de Rubi para acometer su puesta a punto para la eventual reanudación de la competición liguera en el Sánchez Pizjuán ante el Sevilla.

La arquitectura del Betis hasta que el pasado 8 de marzo se suspendió LaLiga tras su victoria en casa ante el Real Madrid (2-1) ha estado conformada por Sergio Canales (2.294 minutos) Joel Robles (2.258), Emerson (2.025), Mandi (1.948), Bartra (1.973), Nabil Fekir (1.821), Álex Moreno (1.791), Joaquín Sánchez (1.716), Loren Morón (1.550), Andrés Guardado (1.531) y Borja Iglesias (1.380), como principales pilares.

Nada induce a pensar que Rubi vaya a cambiar el eje de su equipo, aunque sí que en función de las nuevas circunstancias dé entrada a quienes estaban logrando su tono físico antes del parón, como el portugués William Carvalho (708) tras superar una operación de hernia de disco; o creciendo en la confianza en su fútbol como el central canterano reconvertido en mediocentro Édgar González (556).

Cada uno en sus diferentes roles, el portugués consagrado y el canterano en vías de optar, ambos están llamados a desempeñar un papel protagonista en la recta final de la Liga junto a las dos incorporaciones del mercado de invierno para el centro del campo verdiblanco, el argentino Guido Rodríguez (178) y Carles Aleñá.

Si el mediocentro de Sáenz Peña, quien llegó del América de México, ha encontrado dificultades en su adaptación al fútbol europeo, las circunstancias podrían acelerar su entrada en las onces de Rubi como el caso del mediapunta cedido del Barcelona, intermitente en su aportación atacante en los 438 minutos que ha jugado en ocho partidos.

De solvencia demostrada, también cuenta Rubi con opciones para su defensa como las del lateral Antonio Barragán (419), la pareja de centrales formada por el brasileño Sidnei da Silva (772) y el marroquí Zou Feddal (849), titulares en muchas etapas aunque marcados ambos por lesiones e irregularidad; además del zurdo cedido por el Villarreal Alfonso Pedraza (796) y el mediocentro Javi García (360).

Todos ellos tendrán su oportunidades y minutos en una situación inédita también para todos en la que el cuerpo técnico deberá desempolvar, en el caso de que existiese, el libro de la asignatura del curso de entrenadores sobre la dosificación de jugadores de una plantilla.

En una coyuntura definida por la irregularidad puede ser en la que mejor se muevan jugadores cuya trayectoria ha estado marcada por esta circunstancia, como el extremo Cristian Tello (447 minutos en 18 partidos), guadianesco pero decisivo en goles como el de la victoria a te los de Zinedine Zidane, entre otros de gran recuerdo para el beticismo como el definitivo del 3-5 al eterno rival.

También, como se desprende del ritmo de las imágenes facilitadas por el Betis, puede ser el momento de la explosión del mediapunta mexicano Diego Lainez, cuya disciplina en la suplencia y trabajo ha sido directamente proporcional a la confianza mostrada en él por los entrenadores que ha tenido desde su llega al Betis, Rubi y Quique Setién.

El juego vertical y descarado del de Villahermosa (209 minutos en diez partidos), a un mes de cumplir los veinte años, podría ser una baza que juegue Rubi junto a la bala en la recámara del delantero canterano Raúl García de Haro (16 minuto en tres encuentros): dos de los llamados a agarrar el mechón de la Ocasión.