La decisión de Mikel Landa ya es definitiva

"No está la cosa ni para ilusiones ni para bromas. El objetivo es intentar estar en la salida de La Vuelta. No estamos para más", señalaba Mikel Landa en la Vuelta a Burgos justo antes de demostrarse a sí mismo, a su equipo y al resto que su grave lesión en la columna vertebral era cosa del pasado.

Allí, en la tercera etapa, cuando el pelotón circulaba cerca de su localidad natal y de la zona que mejor conocía, trató de escaparse y, aunque fue cogido en la subida a Orduña, encendió los ánimos de sus seguidores. La prueba era fructífera y se le esperaba en el inicio de la Vuelta a España 2025, donde finalmente estará con un perfil bajo, pero sin descartar nada en un terreno tan montañoso y que se adapta tan bien a sus características.

En Burgos, el Soudal Quick-Step estuvo al mando de un Iljo Keiss que, incluso, conociendo muy bien al ciclista vasco, no pudo dejar de sorprenderse. "El momento clave fue en la tercera y cuarta etapa de Burgos. Fueron episodios que nos dijeron mucho. Mikel había estado muy sólido en la primera parte y, aunque sufrió en la última jornada, consiguió mantenerse entre los veinte primeros en una etapa dura con todos los mejores. Esto nos demostró que había logrado volver tras una lesión. Y no es algo fácil hoy en día, con jóvenes muy fuertes y con corredores como Caruso que siempre aprietan. No es fácil, ni para el corredor ni para quienes están a su lado. El cuerpo tarda en volver a ciertos niveles. Mikel todavía está construyendo la condición, pero el trabajo realizado hasta aquí ha sido excelente. Y esto me da confianza", asegura el exciclista belga en bici.pro, donde deja claro que lo de Landa no es normal.

"Lo de este tipo con 35 años es increíble. Vuelve en la Vuelta a Burgos y nos deja a todos alucinando al echarle h... y escapándose del grupo. Es único", añade Keiss. El belga define al español y reconoce que es un líder. "Durante la Vuelta a Burgos tuve la oportunidad de observarlo de cerca. Mentalmente estaba concentrado, consciente de sus límites, pero se veía que también estaba dispuesto a medirse. La forma en que luchó en el Alto de Las Campas, cuando atacó, mostró a un atleta nada conformista. En la escalada no fue explosivo, pero mantuvo lucidez, calma y determinación, señales de una recuperación no solo física sino también emocional. (...) Mikel es un líder, un caballero, fácil de gestionar, exigente y flexible al mismo tiempo, elementos que por un lado, exigen mucho de uno mismo, pero que por otro facilitan la recuperación psicológica. Su fuerza interior, unida a la experiencia y la disciplina, marca la diferencia en el continuo regreso al más alto nivel", asegura.

No obstante, después de ensalzarlo de tal modo, el director del Soudal baja las expectativas y niega que Mikel Landa esté para luchar por La Vuelta 2025 o para estar en el Top-5. “En cuanto a qué tipo de Vuelta puede correr, creo que está claro, Landa no aspirará a la clasificación general, porque sería poco realista. Su objetivo será buscar ganar una etapa. Ese es el sueño de todo corredor, cruzar la meta primero con los brazos en alto. Creo que sería muy bonito y también realista para él. Así que intentaremos seleccionar algunas etapas. Veremos qué trae esta Vuelta. Es un enfoque distinto para Mikel, pero con un corredor como él puede funcionar muy bien", sentencia el belga.