Pogacar se despacha a gusto con Van der Poel

El campeón del mundo conquista su segundo Tour de Flandes a base de tesón y piernas para lograr su octavo monumento

Pogacar se despacha a gusto con Van der Poel
Pogacar y Van der Poel, juntos en el Tour de Flandes. - CORDON PRESS
Alvaro ArenillasAlvaro Arenillas 3 min lectura

Había unas ganas inmensas de ver la 109 edición del Tour de Flandes y lo cierto es que no ha decepcionado lo más mínimo. Tras batirse en duelo en la Milan San Remo, Tadej Pogacar y Mathieu Van der Poel repetían como favoritos en el segundo monumento del año. Con tal condición, llevaron el peso de la carrera cuando se llegó a la hora de la verdad, una en la que el esloveno de UAE terminó reventando al neerlandés para coronarse por segunda vez en Flandes y sumar el que es el octavo monumento de su carrera, ya que ha había ganado cuatro veces en Lombardía, dos en Lieja y una en la propia Flandes (2023).

Con 269 kilómetros entre Brujas y Oudenaarde, algunos de los mejores ciclistas del mundo dieron un verdadero espectáculo hasta ver a Pogacar como único superviviente a ese adoquinado con pendientes de auténtica locura. Es obvio que el tres veces ganador del Tour de Francia tenía en su cabeza lo que le ocurrió en San Remo, donde Van der Poel se selló a su rueda trasera para batirle en el sprint final. Con la lección aprendida, en la previa ya explicó que lo dejaría todo para no jugárselo a una carta en la recta de meta. Pues dicho y hecho.

A falta de 65 kilómetros a meta, y con el viejo Kwaremont como escenario, Pogacar empezó a tensar la cuerda, algo que no cambió hasta lograr el fruto deseado. La realidad es que por momentos pareció que no lo conseguiría, ya que el de Alpecin dio en todo momento sensación de tener piernas de sobra. Más claro: Pogacar se lanzaba, el neerlandés le seguía y se quedaban solos. Pues bien, en el último paso por el Kwaremont, al igual que pasó en 2023, Pogacar hacía saltar por los aires la resistencia de la estrella de Alpecin.

Metro a metro, pedalada a pedalada, Tadej se marchaba hacia la gloria. Por atrás, Van der Poel explotaba y solo el tesón de Wout van Aert mantenía con vida al propio neerlandés y a Pedersen y Styuvens, formándose un cuarteto que pese a quedar más de 15 kilómetros a meta se preocupó más de jugarse la segunda plaza que de ir a por el esloveno. Lo tenían claro: cazar al de UAE era misión imposible.

El podio del Tour de Flandes

Así, de arcoíris y completando su revancha ante Van der Poel, Tadej Pogacar entró en solitario en meta con un tiempo de 5h.58.42, a una media de 45 kms/hora. Tras él, la segunda plaza se la quedó un Pedersen que batió en el sprint a Van der Poel (3º) y Van Aert (4º).