Fernando Mateos3 min lecturaA sus 31 años, Jesé Rodríguez sigue buscando un nuevo equipo en el que continuar una carrera deportiva que va cayendo en picado desde hace años, lo que sin duda también ha repercutido negativamente en sus ganancias económicas. No en vano, el canario lleva en paro desde a finales del mes de noviembre adelantó su salida del Coritiba brasileño.
Atrás quedaron sus años de contrato con el París Saint-Germain, que pagó 25 millones de euros por su traspaso al Real Madrid en 2016. Jesé sólo se puso la camiseta del conjunto parisino en 18 partidos, pero perteneció a su disciplina durante cuatro temporadas y media en las que acumuló cesiones en la UD Las Palmas, Stoke City, Betis y Sporting de Portugal. Hasta que rescindió en diciembre de 2020, permaneciendo entonces casi dos meses en paro antes de iniciar su segunda aventura en la UD Las Palmas.
Tras salir nuevamente del conjunto canario en 2022, sus últimas experiencias han sido lejos de nuestro país, pasando por el Ankaragücü turco, la Sampdoria italiana y el mencionado Coritiba. Y aunque en el pasado mercado de invierno fue vinculado tibiamente a algún equipo de LaLiga, como el Valencia o el Almería, su principal cartel sigue estando en el extranjero.
Así, en los últimos meses ha sido ofrecido por sus agentes por varios países americanos, sonando para los dos grandes clubes de Uruguay, Peñarol y Nacional de Montevideo, o el Universidad César Vallejo de Perú. Pero desde México apuntan que sus movimientos le llevan a estar en el radar de una competición con sueldos elevados, siendo relacionado con el Cruz Azul o el América.
Mientras encuentra ese nuevo destino que le permita mantener un estatus salarial, Jesé tiene otras fuentes de ingresos también importantes. Así, la revista Lecturas desvela que el canario posee desde 2013 una empresa llamada Jesero 10 SL, a través de la cual se dedica a la “prestación de servicios de asesoramiento en todo tipo de materias a deportistas profesionales, bien directamente e indirectamente a través de la externalización del asesoramiento mediante contratación de otras sociedades”.
Dicha empresa es gestionada también por su familia, aunque el atacante es el único accionista de una entidad a la que dio de alta con un millón de euros de capital, si bien ha crecido en todo este tiempo. De hecho, el citado medio indica que en el último año fiscal que se puede consultar, el valor de la compañía supera los 3 millones de euros.