De Roland Garros a los fogones: Claudine Paulson revoluciona la cocina de Málaga

Claudine Paulson ha conseguido en apenas siete meses desde la apertura de Clómada, su primer restaurante en Málaga, un reconocimiento que muchos chefs tardan años en obtener: una recomendación en la Guía Michelin. Ecuatoriana de nacimiento y extenista profesional, Paulson cambió la raqueta por los fogones, trasladando al mundo de la cocina la disciplina y competitividad que caracterizaron su carrera deportiva. Su paso por Estados Unidos para estudiar Artes Culinarias marcó el inicio de un camino que luego la llevó al País Vasco, donde se formó en cocinas de alta exigencia como las del Zuberoa de Hilario Arbelaitz y el Akelarre de Pedro Subijana.

Clómada combina influencias vascas y ecuatorianas y refleja la participación de su familia en el diseño y concepto del espacio. Paulson reconoce que la cocina es un terreno de juego más exigente que el tenis. "En aquel momento tenía el apoyo de mis padres… ahora vivo de Clómada", comenta, señalando que cada plato recae sobre ella y su equipo. Esta responsabilidad total ha transformado su manera de trabajar, pasando de competir sola a liderar un grupo donde los errores se comparten y las victorias se celebran juntos. La chef Paulson se asegura de mantener la cohesión del equipo, lleva siempre la comunicación como clave principal.

Liderazgo femenino en la alta cocina malagueña

El recorrido de Claudine Paulson hace reflejo de la evolución de la cocina profesional, históricamente masculina. En sus primeros puestos, tuvo que demostrar constantemente su capacidad. Actualmente, Clómada cuenta con un equipo de mujeres en cocina y hombres en sala, una distribución que se dio de manera natural al elegir a quienes consideró los mejores colaboradores.

Para Paulson, la disciplina adquirida en el deporte es clave en su enfoque culinario. Mantiene la competitividad incluso fuera del tenis, jugando al pádel con amigos y buscando siempre mejorar. Su filosofía combina exigencia y cuidado personal: no busca obsesionarse con la estrella Michelin, aunque confiesa que el logro de la recomendación fue un impulso inesperado y gratificante. "Con lo de la recomendación ya ha sido increíble… la gente se va contenta, y eso es lo que me importa".

De este modo, Claudine Paulson ha logrado construir un refugio gastronómico que une raíces, viajes y memoria, destacándose en la alta cocina malagueña y posicionando la gastronomía ecuatoriana en el mapa internacional, mientras mantiene el espíritu competitivo que la llevó a ser número uno de su país en tenis.