El “salvaje” comportamiento de Arda Turan en Barcelona

El exfutbolista turco ha sido denunciado por el propietario de la vivienda en la que residía durante su etapa en la Ciudad Condal

El “salvaje” comportamiento de Arda Turan en Barcelona
El “salvaje” comportamiento de Arda Turan en Barcelona - Cordón Press
Álex MartínÁlex Martín 2 min lectura

Arda Turan es un personaje que no deja a nadie indiferente. El que fuera jugador de Atlético de Madrid o FC Barcelona, hoy entrenador, ha mostrado en numerosas ocasiones su caliente temperamento, lo que le ha costado alguna que otra mala pasada. Su talento, generalmente, estuvo por encima, pero, actualmente, se van conociendo más detalles de algunas de sus etapas.

En esta ocasión, su periplo en la Ciudad Condal ha estado en el punto de mira. Especialmente, en su residencia, donde se alojó de alquiler mientras militaba en la escuadra blaugrana. Ahora, el propietario de dicha vivienda ha tomado una decisión radical con respecto al exfutbolista turco, uno de los más talentosos de su generación.

Arda Turan, demandado

Según ha desvelado El Periódico de España, dicho individuo ha demandado a Turan por haber generado una gran cantidad de desperfectos. En total, habrían alcanzado los 230.000 euros. Ahora, este proceso ya estaría siendo estudiado por la Audiencia Provincial de Barcelona. Hay que resaltar que se ha reiniciado debido a que, en la notificación al técnico, se habrían producido algunas irregularidades de carácter burocrático.

El propietario desvela los comportamientos y las “fiestas salvajes” en la casa

Durante su testimonio, ha revelado que, cuando el jugador no estaba, su círculo íntimo realizaba “fiestas salvajes”, en las que el cuidado hacia las pertenencias del domicilio brillaban por su ausencia. Asimismo, destaca que las cortinas llegaron a ser utilizadas como columpio sexual.

Esto no cambiaba demasiado cuando Turan se encontraba dentro de la casa. "Dejaron quemaduras de cigarrillo por todas partes, incluso en los muebles. Cuando estaban viendo el fútbol y se marcaba un gol, dependiendo de quién fuera, tiraban el mando de la televisión a la piscina. ¡Un mando de mil euros! Llegó a tirar como diez o quince".

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