El destino cultural en Extremadura que esconde la mayor alcazaba de Europa
En Badajoz está la ciudadela con más de 6.500 metros de murallas que han sido testigos de siglos de cambios sociales

La Alcazaba de Badajoz es una de esas construcciones desconocidas para muchos, pero que guardan años de historia de Badajoz y de Extremadura. A orillas del río Guadiana se extiende la mayor fortaleza musulmana de la península ibérica, construida en el siglo IX y que ha sobrevivido al paso del tiempo y a los cambios culturales y sociales.
Un conjunto histórico emblemático
El trazado que podemos ver hoy en día se levantó en el siglo XII bajo el dominio omeya, que reforzaron sus defensas para convertirlas en el conjunto amurallado que conocemos de más de 6.500 metros. Se corona, gracias a esta extensión, como la alcazaba más grande de Europa, haciéndola única. Unos muros que cuentan historias, con una relevancia arquitectónica con una belleza inolvidable. La Torre de Espantaperros con una planta octogonal, sirvió para vigencia y defensa. Su nombre proviene de una campana que se encontraba en su remate, cuya función era ahuyentar a los perros y otros animales que acercaban a las murallas y para comunicar noticias al pueblo. Un ejemplo de la arquitectura militar islámica en España, que inspiró a construcciones como la Torre del Oro de Sevilla.
Entre sus otras joyas, se encuentra la Puerta del Capitel, de origen almohade o el Palacio de los Duques de Feria, sede del Museo Arqueológico Provincial hace que el recorrido entremezcle una variedad de épocas y estilos. Puede que no sea el destino en el que pienses cuando vas a hacer un viaje por España, pero la Alcazaba de Badajoz es uno de los lugares imprescindibles para los que busquen un panorama único.
Unas vistas privilegiadas de Badajoz
Otro de sus atractivos está en sus murallas, desde las que se puede contemplar un paisaje único del río Guadiana y del casco histórico de Badajoz, todo ello mientras se recorre un un lugar que une la cultura islámica con la cristiana. Una relevancia histórica más allá de su tamaño. Fue un lugar que representa el origen de la ciudad y su pasado militar como plaza estratégica en la frontera hispano-potuguesa. También fue declarada Monumento Histórico-Artístico hace casi un siglo, ya que consiguió este reconocimiento el desde el 22 de abril de 1931. Rodeada al norte por el río Guadiana y al este por el Arrollo Rivillas, confluyendo ambos en el ángulo suroeste. En ambos frentes existen fuertes pendientes en el terrenos que aumentan el carácter defensivo de la Alcazábar, reforzando los fosos naturales que representan los ríos.