El país que pocos conocen en Europa y el más barato para viajar

Dentro del Viejo Continente existen múltiples naciones que aparentemente parecen desconocidas y que aguardas tesoros sorprendentes

El país que pocos conocen en Europa y el más barato para viajar
Chisináu, capital de Moldavia - Moldova Travel

Es prácticamente imposible agotar todos los destinos turísticos a los que viajar en el Viejo Continente. Por ello, existen numerosos países dentro de Europa que en ocasiones no llaman tanto la atención pero que merecen mucho la pena a la hora de viajar. Aprovechando que se acerca el buen tiempo que se acerca en las próximas fechas, muchos aprovechan para darse el lujo de viajar por el continente a los rincones menos explorados. Por ello, así destaca este país que a pesar de ser poco conocido ha llamado la atención por su vida barata.

Entre colinas y viñedos, Moldavia destaca por ser una de las joyas europeas que pocos conocen. En este país del este europeo, ubicado entre Rusia y Rumanía, todavía rezuman recuerdos de la época soviética. Es un país que combina historia, tradición y naturaleza, pero que sorprende sobre todo por la vida tan barata que hay en sus ciudades.

El idioma oficial de Moldavia es el rumano, aunque en algunas zonas del país se habla también ruso. Para aquellos que quieran acercarse a conocer cómo se vivía en la antigua Unión Soviética, la zona de Transnistria es una región separatista por la que parece que no han pasado los años. De hecho, todavía se pueden ver algunas estatuas dedicadas a Lenin y mosaicos comunistas, que hacen que parezcas estar viviendo en una película inspirada en este ambiente.

En cuanto a su capital, Chisináu no cuenta con muchos monumentos majestuosos, pero destaca por su arquitectura brutalista, algo de lo que muchos turistas quedan sorprendidos. El pequeño Arco del Triunfo, la catedral de la Natividad, el parque Stefan cel Mare o el bullicioso Mercado Central son ideales para conocer de verdad cómo es la vida en Moldavia.

En cuanto a su gastronomía, la comida moldava cuenta con algunos platos típicos que todo viajero debe probar: la zeama, una especie de sopa de pollo; la mamaliga (unas gachas de maíz) o los coltunasi (empanadillas), son de los platos más típicos de allí.

Aunque no solo hay vida en la capital, lo cierto es que existen algunas bellezas arquitectónicas a pocos kilómetros de Chisináu, como es el monasterio de Orheiul Vechi, situado entre acantilados que sobrepasan el río Dniéster, situándolo en un paisaje increíble.

Lo cierto es que si por algo destaca Moldavia es por ser un país que es barato de viajar. Por poner un ejemplo, una copa de vino te puede costar un solo euro, tal y como aseguran desde National Geographic. Este país del este europeo cuenta con hostales por un precio de ocho euros la noche y menús de comida por unos cinco euros. Por no hablar de los taxis, que también suelen ser bastante económicos.