Lo que no debes hacer en el Camino de Santiago

En los últimos años debido a las redes sociales se están empezando a hacer muy famosas experiencias turísticas que quizás antes estaban algo más relegadas a un público más concreto. Es decir, tenían su público claro, pero ahora con la romantización de las redes sociales, se han vuelto aún más conocidas. Con ese termino se hace referencia a contar todo de manera que parezca que absolutamente todo el mundo deba hacer o visitarlo, que se trata de algo que solo es bonito, que no tiene ningún momento duro o negativo. Eso ocurre, por ejemplo, con un ejemplo algo alejado, con el pasado, que se tiene a romantizar cuando ya se ha pasado, aunque en realidad no fuera tan bonito. También se utiliza el término de dulcificar para el pasado.

La cuestión es que hay experiencias que no son para todo el mundo, que no todo el mundo tiene que querer hacer. Y en caso de querer hacerla no se tiene que contar solo la parte más bonita, porque nada es blanco ni negro, hay momentos muy bonitos y momentos que no lo son tanto. El ejemplo perfecto de esta dinámica es el Camino de Santiago. Siempre ha tenido muchísimos visitantes, y de diferentes países. Pero en los últimos años se ha visto incrementada esa peregrinación por las redes sociales, y muchas personas no van preparadas como realmente deberían. Es por eso que hay fisioterapeutas que advierten de lo que es necesario para hacer el camino sin sufrir ningún daño.

Un calzado adecuado libra de más de un problema

Como se ha comentado, son miles y miles de personas las que peregrinan hasta Santiago desde hace muchos años, pero ahora lo hacen aun más, y sin preparación o conocimiento de como hacerlo. De ahí que profesionales como Sara Matesanz, una fisioterapeuta con más de 100.000 seguidores trate de ayudar dando consejos que muchas personas no tienen en cuenta. Ella ha hecho una recomendación que considera de gran relevancia y es que no estrenen calzado para hacer el camino, porque puede ser demoledor.

Lo recomendable es que sean zapatos que hayan sido usados en varias ocasiones, que el pie ya esté amoldado a él sobre todo. Tampoco quiere decir eso que sea necesario que los zapatos estén completamente desgastados, o tengan muchísimo uso. Pero sí un mínimo de uso para evitar sustos. En esa línea, teniendo en cuenta que para hacer el camino también es recomendable prepararse un poco andando durante algunas semanas y demás, es el momento perfecto. Cuando se quiera empezar la preparación se compran los zapatos, y durante esas semanas o meses que dure la preparación, se aprovechan para estrenan los zapatos y que se amolden al pie haciendo deporte.