Carlos Alcaraz y Netflix desvelan su secreto

Carlos Alcaraz arrancó su participación en el Masters 1000 de Indian Wells este sábado con un partido muy serio ante Quentin Halys, en un duelo donde el español fue mucho más fuerte y sentó las bases para aspirar a su tercer triunfo seguido en el Valle de Coachella, algo que le pondría a la altura de Novak Djokovic y Roger Federer, los anteriores en conseguir el hito. Además, sobrevivió al, debut, algo que no pueden decir muchos de los favoritos, como el propio Nole, que apuntaba a ser su rival en cuartos; el principal favorito, Alexander Zverev; Casper Ruud o Andrey Rublev.

Pero el de El Palmar no dio la más mínima opción al galo, que además venía en un dulce momento de forma. Además de un gran despliegue tenístico, Carlitos hizo aprovechó este estreno para otros fines no tan relacionados con el deporte y que tienen que ver con su figura. Y es que en su brazo derecho se podía leer un tatuaje con la cifra: 23-4-25, es decir, el 23 de abril del próximo mes. Carlitos luce bastantes tatuajes, como los que se hace cada vez que gana un Grand Slam, sin embargo, en este caso no tiene nada que ver.

El motivo de esta pintura temporal no es otro que la fecha de estreno de su documental de Netflix. La plataforma de streaming estadounidense está cada vez más aficionada a estos formatos deportivos, como ha hecho con el Tour de Francia, la Fórmula 1 o diferentes deportistas, pero ahora se ha metido en la vida del número 3 del mundo y durante nueve meses lo han estado grabando, siguiendo sus pasos y conviviendo con él, tanto a nivel profesional como personal. Mostrando sus rituales, su vida tras las cámaras y su realidad en Murcia.

El siguiente paso en su colaboración

No es la primera vez que Netflix le da un espacio a Alcaraz, puesto que el año pasado estuvo en una exhibición en Las Vegas donde se enfrentó a Rafa Nadal y se retransmitió por todo el mundo a través esta plataforma, pero ahora ha ido un paso más allá convirtiéndose en el absoluto protagonista. Además, esto le va a servir al murciano para llevar un paso más allá su figura y permitir llegar a todo el mundo, en un momento en el que el tenis está necesitado de figuras tras el ocaso de las grandes leyendas de las últimas décadas.